Cuando no sales de tu casa durante días y días, ser un gran conversador puede ser todo un reto en llamadas con tu familia o tus amigos. Siempre que alguien me pregunta qué he hecho últimamente, mi mente se pone en blanco. Miro a mi alrededor buscando inspiración y, por lo general, murmuro algo acerca del clima. También suspiro mucho, lo cual no resulta entretenido para la otra persona.