Una maestra de escuela asomó una idea en la cabeza de Rodrigo Prieto que para él era inimaginable y que marcó el resto de su vida.
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Rodrigo Prieto nunca imaginó vivir del arte. Ese sueño marcó el resto de su vida y hoy camina entre los pasillos del hotel Loews en Hollywood dando entrevistas a propósito de su tercera nominación al Oscar
Una maestra de escuela asomó una idea en la cabeza de Rodrigo Prieto que para él era inimaginable y que marcó el resto de su vida.
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