Carlos Fernández León, para El Universo

Una hora y media de presentación fue suficiente para que el cómico Carlos Michelena logre el aplauso de pie de los asistentes al Teatro Centro de Arte (TCA). Las localidades se agotaron para ver la obra El toque del Miche el pasado viernes.

Con tan solo su voz, su cuerpo y distintos artículos teatrales, el Miche –como se le conoce popularmente– trasladó a su público hacia los espacios en los que se desarrollan las anécdotas que comprende su guion, el cual, como afirma él, ha perfeccionado a través de los años y la experiencia que obtiene; por ello, dentro de su espectáculo no existen palabras o acciones de doble sentido que puedan afectar a los presentes. “La vida misma nos enseña a tener respeto a los demás, a estudiar, a leer y a usar los criterios para entender la realidad del resto de personas, porque eso de discriminar no me parece”, dijo el actor quiteño.

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Repasó desde temas políticos hasta sociales, al igual que lo realiza en los parques de Quito, que prefiere por sobre las tablas, ya que le permiten improvisar sobre cosas que ocurran en el lugar, sin salirse de la línea argumental del momento.

Aunque quedaron algunos actos por realizar, por motivos de tiempo, Michelena agradeció al público; se sintió satisfecho ya que las pocas veces que puede visitar Guayaquil siempre encuentra gran asistencia. Invitó a visitar los parques donde se presenta. (I)