Los polémicos Grammy (diminutivo de gramófono) son los premios que, desde su concepción en 1959, premian a diversas ramas de la industria musical. Lo de polémico no es un calificativo que uso libremente.

Los premios de la Academia de Grabación generan siempre más críticas que otros galardones a las artes populares –como por ejemplo los Óscar–, porque basan su criterio en la exposición comercial de los temas nominados.

Tomando en cuenta que los gustos son subjetivos, a pesar de que no guste a muchos, concuerdo en que es la forma de medición más apta para premiar a los artistas, puesto que es un universo tan amplio que, de no tomarse esta medida pragmática, sería imposible elaborar una lista coherente de nominaciones.

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La edición número 61 de los Grammy, celebrada en el Staples Center de Los Ángeles, –en el cual se han presentado tanto artistas legendarios como Bob Dylan, Prince o Bruce Springsteen, como ídolos pop comerciales de la talla de Britney Spears o Taylor Swift– dejó algunos hechos anecdóticos.

Chidlish Gambino (el alter ego del actor Donald Glover) con su tema de corte político This is America logró que el rap, como género, gane por primera vez en las categorías mejor canción y mejor grabación del año.

Asimismo, Cardi B. fue la primera mujer en ganar el Grammy a mejor artista de rap. Chris Cornell ganó un Grammy póstumo, como mejor interpretación de canción de rock (When Bad Does Good). Y la Spanish Harlem Orchestra, cuyo cantante es el manabita Marco Bermúdez, ganó premio a mejor álbum tropical.Otra de las particularidades fueron los homenajes tanto a Diana Ross como a Dolly Parton.

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Ambas con carreras tan distendidas como distinguidas, que han corrido con suertes muy distintas en estos premios.

Dolly Parton ha ganado nueve veces el galardón, mientras que increíblemente Miss Ross, quien fuera nominada en 12 ocasiones, no ganó ninguna vez. Su único premio fue en el 2012, en el cual se le entregó el Grammy a su trayectoria.

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En lo que respecta a las actuaciones en vivo, me inclino mucho más por las versiones en las cuales no se abusa de la producción. La anfitriona (y quince veces ganadora) Alicia Keys tocando dos pianos, mientras hacía un medley de temas de otros artistas, la versión 100% rockera de Lady Gaga, de su tema ganador Shallow, el undécimo (pero merecidísimo) homenaje póstumo a Aretha Franklin por parte de Andra Day, Fantasia y Yolanda Adams, que dejaron toda su alma y voz interpretando Natural Woman de una forma en la que la Reina del Soul se hubiera sentido muy orgullosa.

Amados por los consumidores, odiado por los puristas, los Grammy despidieron una edición más llena de mucha pompa, pero francamente, careciente de originalidad. (O)