La rata es el ingrediente principal de algunos menús de fin de año de una zona del noreste de India donde mucha gente compra este alimento, considerado una delicia, en un mercado especializado en roedores.

Los clientes del mercado dominical de Kumarikata, un pueblo de Assam, gran estado del noreste de India, aprecian más la rata que el pollo o el cerdo. La hierven, despellejan y cocinan en una salsa con especias.

Un kilo de carne de rata se vende por unas 200 rupias (2,85 dólares), el mismo precio que pagarían por el pollo y el cerdo.

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Los consumidores compran cientos de ratas recién capturadas y despellejadas. También asada.

La caza de este animal protege a los arrozales de los campos situados cerca de Bután.

Durante los meses de invierno, cuando hay escaso trabajo en las plantaciones de té de la región, esta actividad permite a las comunidades tribales pobres ganar algo de dinero.

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Por la noche colocan trampas de bambú a la salida de las madrigueras en los arrozales. Los cazadores trabajan de noche para evitar que los depredadores se coman a las presas muertas antes de poder recogerlas.

"Colocamos trampas en los campos porque las ratas se comen los cultivos de arroz", explica a la AFP Samba Soren, un vendedor de ratas de Kumarikata.

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Los agricultores estiman que la población de las ratas aumentó en la región estos últimos años. Algunas pueden pesar más de un kilo, y los comerciantes del mercado aseguran que recogen entre 10 y 20 kg cada noche. (I)