Hace poco la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) emitió un comunicado sobre juguetes en el que aconsejaba a los padres de niños pequeños (desde que nacen hasta que van a la escuela) que escogieran juguetes “tradicionales” (es decir, físicos) de gran calidad y no unos digitales muy elaborados. En dicha declaración se discuten las ventajas cognitivas y de desarrollo de los juguetes que brindan la oportunidad de inventar y jugar con la imaginación y, sobre todo, aquellos que hacen que los padres y niños jueguen juntos.