La literatura ecuatoriana suena cada vez más en el escenario internacional. Este año las escritoras guayaquileñas Mónica Ojeda y María Fernanda Ampuero han logrado posicionar sus nombres a través de sus textos. Ojeda con su obra Mandíbula se colocó en el puesto 12 de los 50 mejores libros del 2018, una lista elaborada por el suplemento Babelia de El País. Mientras que Ampuero, con Pelea de gallos, consta en la lista de los 10 libros de ficción del año del The New York Times en español. Ellas participaron el pasado lunes en el programa Nunca leí a, conducido por Adelaida Jaramillo y gestado por PalabraLab, en el auditorio del centro comercial Alhambra.

¿Qué significa para su carrera que sus obras se destaquen en el escenario internacional?

M.O. Mucha alegría y mucha ilusión. Sobre todo porque eso significa que he logrado conectar a través de mi literatura con los lectores.

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M.F.A. Que Pelea de gallos esté en la lista de los 10 libros de ficción de NYT en español es muy importante para mí, no solamente porque es el medio que es sino porque la persona que hace la selección es Jorge Carrión, un escritor académico, pensador, filósofo contemporáneo que yo admiro muchísimo hace mucho tiempo. Es una de las personas más interesantes de mi generación. Se ha labrado una carrera que es muy respetada porque es un hombre que no está comprometido, no tiene ningún amiguismo, que es fiel a su pensamiento y es fiel a sus gustos literarios y artísticos. Es un hombre insobornable. No responde a modas o a exigencias de grandes editoriales sino que responde solo así mismo y a lo que él valora como algo de calidad, entonces es doblemente una satisfacción para mí, es enorme, enorme. Es enorme ya estar en The New York Times, pero es doblemente enormente que haya sido Jorge Carrión quien haga esa lista, porque es alguien cuya palabra yo respeto mucho. Yo no sabía si él había leído mi libro, no tenía idea de cuál era su opinión sobre mi libro y siempre estaba con esa inquietud ¿qué pensará Jorge Carrión sobre mi libro? Es un hombre interesantísimo de leer y de seguir porque tiene unas opiniones, es un hombre muy preclaro... Cuando abrí internet estaba leyendo otra cosa y vi que estaba mi libro la miré a mi mamá con los ojos llenos de lágrimas, porque cuando escribes y te dedicas a esto siempre hay un elemento en tu cabeza de impostora de 'no lo haces suficientemente bien' y estar en esta lista en donde están ediciones de la Divina de Comedia..., para mi formación como ser humano y escritora es enorme, va ser un día que recordaré por siempre.

Muchos libros han sido llevados a la pantalla grande. ¿Se ha imaginado que algunas de sus obras pasen de la literatura a la cinematografía?

M.O. ¡Me encantaría! No sé si ocurra algún día, pero sería fascinante ver cómo alguien realiza esa traslación de lenguajes, esa especie de traducción que se hace de una plataforma artística a otra.

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M.F.A. Sé que hay queridos amigos cineastas que han apreciado el libro.

Estoy escribiendo una nueva novela, aunque no sé cuándo la terminaré. Será una mezcla entre lo gótico andino, el amor por las amputaciones, la cacería y la criptotaxidermia. ¡A ver qué tal!”. Mónica Ojeda, escritora

¿Quién le gustaría que se encargue de la dirección, un cineasta nacional o internacional? ¿Hay algún nombre en mente?

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M.O. Adoraría que fuera Luca Guadagnino, especialmente después de ver su versión de Suspiria.

M.F.A. Está el maravilloso director de cine español Paco Plaza, le ha gustado mucho el libro y también a Sebastián Cordero aquí en Ecuador le gustó, tuvo unas palabras muy bonitas para mí en las redes sociales... Ahí le lanzo a Sebastián Cordero la idea, lo admiro tanto que sería para mí un sueño que pudiera filmar algo mío.

¿Se ha visualizado con un Premio Nobel de Literatura?

M.O. No, pero me gustaría muchísimo. Especialmente si me lo dan joven: así tendría tiempo de disfrutarlo.

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M.F.A. No, no me he visualizado con un Premio Nobel de Literatura... De hecho no me permito soñar tan delirantemente, no tengo esa imaginación desbordada hacia ese tipo de cosas. Sí me visualizo muy contenta y me visualizo pudiendo vivir de verdad de la literatura sin agobios económicos que es lo que creo que me tiene con los pies en la tierra, creo que hay que vivir un día a la vez.

¿Por qué leer Mandíbula y Pelea de gallos y las otras obras de Mónica Ojeda y María Fernanda Ampuero?

M.O. Ay, no sé. Hay tantos libros por leer que no sé si sea fundamental acercarse a los míos. Soy la peor promocionándome.

M.F.A. Creo que la lectura no es una buena idea, forzar a leer a la gente cosas. Creo que las personas tienen relaciones con los libros que se parecen mucho al amor, hay una cosa o la amistad, hay una cosa de química, de gusto... Pelea de gallos es un libro en el que yo he puesto mucho. Es un libro que es una suma de alaridos, de aullidos, es un libro que escribí aullando, es un libro creo que verdadero, no soy yo quien tiene que juzgar su calidad, pero yo puse todo lo que soy en él. Lo escribí con sangre y lágrimas, y tripas, con gritos desde la garganta y creo que eso lo hace especial, creo que eso ha hecho que no deje indiferente a los lectores.

Pelea de gallos está a punto de salir en una editorial griega. Su primera traducción es al griego... Ya han empezado las conversaciones para traducirlo al inglés con editoriales en Estados Unidos”. María Fernanda Ampuero, escritora

A propósito de su participación en el programa Nunca leí, de PalabraLab, ¿a quién nunca ha leído Mónica y María Fernanda?

M.O. Uff, hay demasiado que no he leído y que tengo pendiente de leer. Por ejemplo a Tamara Kamenszain. Es la próxima escritora a la que leeré.

M.F.A. La verdad es que me gustaría tener el tiempo de leer todo lo que tengo pendiente, ahora mismo estoy leyendo a Emiliano Monge, que es un autor mexicano extraordinario y también a Fernanda Melchor, son mexicanos. Como estuve en la feria del libro de Guadalajara pude encontrar a estos autores. Tengo un libro de Mariana Enríquez, la escritora argentina pendientes, que es sobre los cementerios... Estoy intentando terminar que por tiempo no he podido la última novela de Samanta Schweblin, se llama Kentukis. Tengo muchas cosas sobre la mesa, tengo un estudio sobre brujas que es un tema que me interesa mucho y que quiero trabajar en la ficción, entonces leyendo teoría sobre la construcción y el imaginario de las brujas, sobre el friki, el anormal o la persona distinta, pero también me interesa mucho la teoría que estoy leyendo sobre eso, siempre tengo un montón de libros sobre la mesa. (I)