Los mellizos Famke e Ingmar Gussenhoven miraban fijamente como Diana Goyes vertía un brillante y líquido chocolate sobre un recipiente en forma de barras. Sus ojos seguían todos los movimientos de la aprendiz de chocolatier. La joven de la comuna San Antonio, muy diestra en el temperado del chocolate en barra al 65% de cacao, sonreía mientras les animaba a seleccionar entre los toppings de arroz crocante, sal marina, chifles, cornflakes y maní. Los hermanos holandeses, de 11 años, eligieron casi todos los ingredientes y esperaban ansiosos recibir su tableta de chocolate, pero el tiempo se fue muy rápido en la hacienda La Danesa, en el km 67 de la vía Naranjito-Bucay, y debieron partir aquella tarde junto a sus padres, Geertruida Gussenhoven y Roelof Douwstra, quien no pudo evitar pasar los dedos sobre el mármol donde se vertió el chocolate para luego chupárselos. Era un niño como todos los que estuvimos frente al chocolate, se nos hacía agua la boca.

Las barras estuvieron listas solo 15 minutos después, tiempo que debían permanecer en refrigeración para lograr un “buen crack” como lo explica Diana, a quien le fascina trabajar con chocolate. Rememora que fue el emprendedor Niels Olsen quien la ánimo a aprender junto al chocolatier Daniel Ampuero este oficio. “Ahí comencé con el entrenamiento, nos íbamos a la plantación de cacao, regresábamos, veía todo lo que el chocolatier hacía y me gustó”.

Diana no es la única amante del cacao. Michelle Escala Summach, turista de San Diego, California, visitó la hacienda junto a su esposo, George Summach, y le encantó aprender cómo se cultiva el cacao y su posterior transformación en un “chocolate riquísimo”, una explicación breve que recibieron de Olsen.

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Para este trientañero guayaquileño es un placer mostrar a los turistas la historia del cacao en su hacienda que data de 1870, cuya arquitectura es típica de la región y está rodeada de árboles de teca, un riachuelo, establos, corrales y caballerizas. Recuerda que todo empezó como un emprendimiento hace cuatro años y actualmente recibe al mes entre 80 y 100 turistas entre huéspedes y visitas por día. ¿Cuál era su sueño? Abrir las puertas de su casa para que nacionales y extranjeros puedan apreciar la vida en el campo de la costa de Ecuador.

Y le ha funcionado, pero en especial con turistas de Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania y Suiza, pues calcula que alrededor del 80% de sus huéspedes provienen de esos países y el 20% son nacionales.

Una de las experiencias que ofrece es la visita por el día en la que participaron dos familias, una holandesa y otra norteamericana. Ambas llegaron alrededor de las once de la mañana acompañadas por Marcelo Villalva, guía del Tren Crucero. Olsen los recibió e invitó a degustar unos crocantes patacones con cuajada de queso, que gentilmente sirvió sonriente Karina Vega. Inmediatamente Famke Gussenhoven se subió a una de las bicicletas y pedaleó alrededor de la hacienda, mientras su padre, Roelof Douwstra, y hermano Ingmar le siguieron en la acción.

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Pasado el mediodía disfrutaron de un almuerzo de tres pasos preparado por el chef Joan Zambrano, pero antes cataron un vino blanco de El Morro. La entrada fue un maduro relleno de queso crema La Danesa, envuelto en zuquini, decorado con piel de tomate en una crema de sal prieta y coulis de beteraba. Para el segundo plato hubo dos opciones. Algunos comensales eligieron risotto al estilo ecuatoriano (curry, pasas y piña) acompañado de lomo, junto a una ensalada de lechugas orgánicas con pepino y germinados de alfafa aderezada con vinagre balsámico y otros prefirieron la corvina asada servida con un puré de maduro y cuajada más una ensalada griega. Finalmente, de postre un cheesecake de maracuyá. Las familias estaban felices y agradecieron la experiencia culinaria al chef Zambrano. “Fue muy sorprendente para mí el almuerzo en La Danesa porque probamos un vino ecuatoriano, y yo soy de California y el vino de California es muy conocido, pero el vino acá es muy rico y el almuerzo delicioso”.

En ese momento, rápidamente se aproximaron los hábiles John Pallo y Benigno Moyano junto a Josefina, una vaca lechera que ha ganado varios premios por su producción. Moyano empezó a ordeñarla para enseñarle a los turistas cómo hacerlo. Los mellizos fueron los primeros en disfrutar de la experiencia, les fue muy bien, algo que no sucedió con George Summach a quien la labor le resultó un poco difícil. En medio del ordeño su esposa aprovechó para hacer fotos y videos con su celular.

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Unos minutos más tarde recorrieron la plantación de cacao junto a Niels Olsen y aprendieron cómo temperar chocolate al lado de Diana Goyes. Los niños no querían irse, el paseo llegó a su fin en la hacienda La Danesa.

Dato importante

Hacienda La Danesa fue nominada por los World Travel Awards como Líder en nuevos hoteles de Sudamérica 2018, junto a Chile, Argentina, Perú, Colombia, y Brasil. Las votaciones cerraron el pasado 5 de agosto.

https://www.worldtravelawards.com/profile-37845-hacienda-la-danesa

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Se conocerá el ganador el próximo 15 de septiembre, durante la ceremonia que se realizará en el Palacio de Cristal en Guayaquil, Ecuador.

Costos

  • Visita por el día con almuerzo de tres pasos sin actividades incluidas.
  • $ 67,20 (incluye impuestos).
  • Visita por el día con almuerzo de tres pasos y actividades incluidas.
  • $ 100,80 por persona (incluye impuestos).
  • Visita por el día en tren panorámico con almuerzo de tres pasos y actividades incluidas.
  • $ 160 por persona (se incluyen impuestos).

Contacto

Teléfono: +593 4-390-1050

Celular: +593 99-311-0258

reservas@haciendaladanesa.com

info@haciendaladanesa.com

Hospedaje

La hacienda La Danesa tiene 5 habitaciones y se está construyendo una sexta.

Convenio con Tren Crucero

Atiende de 4 a 8 veces al mes a los pasajeros del Tren Crucero. Tienen un programa que se llama el Tren Crucero Gold donde los pasajeros se quedan a dormir en la hacienda.

Página web

https://www.haciendaladanesa.com/es/reservar-actividades/

Recomendaciones

  • Reservar con una semana de anticipación.
  • No se permiten visitantes menores de 12 años.