En un apasionante duelo en las últimas rampas del Muro de Huy, el francés Julian Alaphilippe (equipo Deceuninck Quick Step), campeón del mundo en ruta, iluminó el maillot arcoíris como vencedor de la 85 edición de la Flecha Valona este miércoles ante Primoz Roglic y Alejandro Valverde.

El ecuatoriano Richard Carapaz (Ineos Grenadiers) cruzó noveno la meta a 11 segundos del vencedor galo: 4 horas 36 minutos 25 segundos. “Aquí no se sufre en bici, se goza”, publicó el carchense tras su participación en Bélgica. El otro tricolor en la prueba, Jonathan Caicedo, fue 55.°.

Es el tercer triunfo para Alaphilippe (Saint-Amand-Montrond, 28 años) en la cima del Muro de Huy, punto final del trayecto de 193 kilómetros de la clásica belga del World Tour, y se convierte en el primer campeón del mundo que gana la prueba desde que lo logró el australiano Cadel Evans en 2010.

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Alaphilippe aceptó un órdago del esloveno Primoz Roglic, quien atacó a 300 metros de la cima, se pegó a su rueda y lo remató en los últimos metros, levantando los brazos ante el rival que le quito la Lieja en 2020, a una media de 42 km por hora.

Gran papel de Alejandro Valverde (Movistar), tercero tras coger la rueda de Alaphilippe. No pudo aguantar el despegue del ciclista galo, quien voló a por Roglic, pero aguantó lo suficiente el quíntuple ganador en Huy como para subirse al podio.

Quinto en la Amstel y tercero en la Flecha, el ciclista murciano cumplirá el domingo 41 años coincidiendo con la Lieja Bastoña. El campeón del mundo 2018, que ganó la Flecha por primera vez hace 15 años, sueña con regalarse un triunfo, que sería el cuarto, en la “decana” del ciclismo mundial dentro de 4 días.

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Escapada inofensiva

La Flecha amaneció con la noticia de la ausencia del UAE Emirates del esloveno Tadej Pogacar y del defensor del título suizo Marc Hirschi por dos casos positivos de covid en el seno de la formación. Bajas sensibles en el apartado de favoritos.

Pero aún quedaban unos cuantos que iban a pelear por el título. La carrera comenzó con la no menos clásica escapada inocua que permitió el comité de candidatos.

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Un grupo de ocho hombres salió pronto a la aventura. Eran Howes (EF), Moniquet (Lotto-Soudal), Armée (Qhubeka), Lammertink (Intermarché), Mertens (Sport Vlaanderen), Diego Rosa (Arkéa), Vervaeke (Alpecin) y Velasco (Gazprom).

El pelotón no entró en pánico ante los rebeldes, pero tampoco se echó a dormir. A más de 70 kilómetros de meta algunos equipos mostraron ambiciones, como el Movistar y el Ineos, con las bazas de Valverde y Pidcock para la cita del Muro de Huy en el último kilómetro.

En el primer paso por Huy la escapada aún mantenía una renta de 2:30 minutos, pero el pelotón ya había estrenado una fase de más pelea por la posición y el dominio de la carrera en cabeza. En la aproximación al segundo tránsito por el Muro era Ineos el encargado de acortar diferencias y de tantear las fuerzas de los enemigos de sus líderes.

Roglic ataca y Alaphilippe remata

En el descenso solo quedaban cuatro de la escapada inicial, y de ellos resistió como último superviviente el holandés Maurits Lammertink, quien superó en cabeza la penúltima dificultad en la Cota de Chemin des Gueuses (1.900 metros al 6,7 %). Por aquel paraje atacó por detrás Tim Wellens, a quien se unieron Omar Fraile y Carapaz, neutralizados por el resto de la alta jerarquía.

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A pie del Muro de Huy empezó la hora de la verdad. Los grandes, en escena. Sabiendo que la clave está en llegar bien colocado a los últimos 220 metros, el marcaje entre los elegidos era férreo. Miradas y atentos a cualquier movimiento, algunos por la acera, como Valverde, quien tomó como referencia la rueda de Alaphilippe.

Pero fue Roglic el primero en atacar, y de lejos. Restaban unos 300 metros y el doble ganador de la Vuelta lanzó sus cartas. Tal vez precipitado. Alaphilippe reguló, empezó a perseguir al esloveno y poco a poco se puso a su altura. Ese era el instante para rematar, y el campeón del mundo remató por la escuadra su triplete.

Valverde no tuvo fuerzas para disputar con Roglic y Alaphilippe. Desgastó demasiado al tener que remontar por una mala colocación y lo pagó en el momento decisivo. Pero acabó contento el murciano, sobre todo cargado de moral porque el domingo en la Lieja irá a por todas. Tan contento estaba que incluso pensó “en seguir un año” más. Y eso que el domingo cumple 41 abriles. (D)