El belga Jasper Philipsen (Alpecin-Deceuninck), uno de los mejores velocistas del momento, no tuvo rival en el esprint final de la segunda etapa en la Tirreno Adriático, de 198 kilómetros, y se llevó el triunfo de manera holgada delante de un numeroso grupo que tuvo al ecuatoriano Richard Carapaz, en una jornada que mantiene al español Juan Ayuso como líder general.

Etapa que fue de menos a más. Calmada en el inicio y descontrolada después, con mucha actividad y de accidentado final tras 4 hora 32 minutos 07 segundos de carrera en la que Philipsen volvió a exhibir todo su potencial en los últimos metros. Arrasó el belga por delante de su compatriota Tim Merlier (Soudal Quick-Step) y el eritreo Biniam Hailu Girmay completó el podio. No tiene rival en los momentos decisivos.

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La jornada se corrió entre Camaiore y Follonica, ambas localidades en el lado del Tirreno, un recorrido pensado para un final al esprint -perfecto para un Philipsen que no falló- por su condición mayoritariamente plana con la excepción de la subida por el puerto de Castellina Marittima -que coronó a Bais (EOLO-Kometa) como el primer líder de la montaña- pero que una pequeña fuga intentó evitar ante la permisividad de un pelotón que se mantuvo impertérrito.

Hubo una escapada inicial que intentó esquivar un final igualado, protagonizada, además de Bais, por el suizo Jan Stöckli (Team Corratec) y por los también italianos Lorenzo Quartucci (Corratec) y Filippo Magli (Green Project-Bardiani), que llegaron a rodar a 5 minutos 30 segundos del pelotón en su máxima ventaja, en los primeros 30 kilómetros de la etapa.

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Cerca de la zona de Pisa, la fuga empezó a perder fuerza y el pelotón recortó a 2 minutos 30 segundos sin apenas hacer esfuerzo reduciendo la distancia superados los primeros 100km, justo después de que Bais se colocara líder de la montaña.

El descenso favoreció al grupo mayoritario, mucho más fresco. Apretó el Alpecin-Deceuninck a 80 kilómetros de la meta para poder preparar el terreno a su mejor velocista, Philipsen, y dejó el pelotón a apenas 50 segundos. La fuga tenía los kilómetros contados. Y Philipsen estaba ya frotándose las manos.

Finalizado el sueño de los escapados, comenzó la verdadera carrera. Hubo mucha pelea por la posición adelante del grupo para preparar a los esprinters y aumentó sobremanera la velocidad (unos 50 km/h) de la carrera. Hubo una caída sin consecuencias, Mark Cavendish (Astana) pinchó y se quedó descolgado sin posibilidades de esprint.

No terminaron los accidentes en el fin de la etapa y el inglés Chris Froome (Israel Premier Tech) no pudo acabar.

Alpecin-Deneuninck hizo su buen trabajo para colocar a Philipsen. Ayuso estaba bien posicionado, pero en cuanto arrancó la bestia belga no hubo nada que hacer. Con tiempo para mirar a ambos lados, sintiéndose ganador, levantó los brazos en la meta. No tiene rival en los metros finales.

Carapaz (EF Education-EasyPost) cerró la jornada en el lote del Philipsen, en puesto 49 y con el mismo tiempo, registro que lo mantiene en el casillero 102, a 1 minuto 06 segundos de Ayuso en la clasificación general,

Ayuso será triple líder (general, puntos y jóvenes) en la tercera etapa, de 225 kilómetros entre Volterra y Gualdo Tadino, similar a la disputada este martes, llana en su mayoría, y todavía con 22 segundos de renta sobre el danés Jonas Vingegaard, favorito para levantar el tridente. (D)