Desde los años 90, el nombre de Martha Fierro es sinónimo de ajedrez en Ecuador.

Comenzó a competir a los 13 años y ganó un sinúmero de pruebas importantes, como el oro en panamericanos, clasificaciones a mundiales y olimpiadas de este deporte. Consiguió ser la Primera Gran Maestra Internacional en América, categoría Hombres y Mujeres, y formar parte de la élite de este deporte. Actualmente es vicepresidenta de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE).

Tiene más de 25 años dando clases. Es maestra FIDE, fue profesora de la selección femenina de Italia, de campeones de España y en diversos institutos educativos en Estados Unidos y Europa.

Publicidad

Tras su etapa como cónsul en Italia, regresó a vivir a Guayaquil y durante algunos meses ha trabajado en un proyecto para plasmar su experiencia como jugadora y profesora: la Academia Internacional Martha Fierro en línea.

“Por la situación de pandemia que vivimos, creo que es lo adecuado, les da la posibilidad a todos de aprender ajedrez sin salir de casa”, dice la deportista.

La academia usa un programa dirigido especialmente a practicantes jóvenes que es el número 1 en el mundo. Está avalada por la FIDE, siendo una de las 40 en el mundo con esta certificación.

Publicidad

Las clases son para niños desde los 7 años de edad. Foto: Shutterstock.

Aunque se pueden inscribir personas de cualquier edad, lo que quiere Fierro es masificar esta práctica en los niños, en escuelas públicas y privadas del país, pues aunque siempre ha existido el interés por hacerlo, nunca ha habido un gran plan de incentivo en este deporte.

Los beneficios

Publicidad

El ajedrez es una excelente herramienta para trabajar la concentración. “A pesar del tiempo que llevo jugando, a veces me sorprendo del tiempo que pasa”, comenta, “pues hay partidos que pueden durar más de nueve horas. Incluso en los torneos sub-6 o sub-8, ves a niños jugando partidas largas”.

Fierro explica que también se desarrollan la memoria y el cálculo, porque hay que hacer jugadas y semijugadas en las que hay muchas variantes, por lo que se debe que retener esa información en la cabeza.

Además, el ajedrez te enseña a ser organizado, porque hay que distribuir el tiempo. “Si no, por más que comience jugando bien, si al final no hay tiempo, se cometen errores y se pierde la partida”, añade.

Fierro cree que los chicos hiperactivos son los mejores para el ajedrez. Además, dice que también hay jugadores con otras afecciones, como el autismo, que pueden convertirse en grandes practicantes.

Publicidad

En artículos de hace más de una década, Fierro se describía como una jugadora agresiva. Con el paso de los años eso ha cambiado.

Martha Fierro compitiendo cuando era adolescente. Foto de Archivo.

“Logré con los años manejar ambos estilos, el posicional y el agresivo. Me he vuelto más analítica, conozco más estructuras, hay posiciones en las que es casi imposible perder y eso lo domino, pero si se presenta la ocasión, ataco (...), pero casi siempre, el que ataca, ataca y ataca, pierde”, explica.

El ajedrez parece un deporte para aprender a vivir. Para ella “es duro”, porque no existen muchos pasos, puedes jugar la partida como un genio y equivocarte una vez y perder.

En torneos importantes, la preparación se extiende. Cuenta que en una ocasión jugó un Gran Prix contra la campeona mundial de ese entonces y otras excampeonas. “Entrenaba ajedrez seis horas y hacía una hora de natación o tenis, si no entrenas así, analizando las partidas de los más fuertes, puedes salir del torneo con 0 puntos”.

A pesar de este tipo de esfuerzos y los sacrificios que hizo al estar lejos de su familia mucho tiempo, no cambiaría lo que hizo por el ajedrez.

Ahora que es madre, escoge mejor sus competencias para tener tiempo con su hija.

Ser mujer

Martha cuenta que, al principio, sentía demasiada atención al jugar, al ser la única niña y mujer en competencia. Al frente tenía chicos que a veces no estaban acostumbrados a perder con una chica y se disgustaban. Pero eso ha cambiado con el tiempo.

Para la ajedrecista, algo que ha mejorado pero no lo suficiente son los premios en los eventos grandes. En el campeonato mundial de hombres el premio puede ser de $ 2 millones para el ganador y el de mujeres, comenta, “no sé si llegue a $ 100.000”.

La jugadora que más ha admirado es Judit Polgar, la Gran Maestra húngara que más arriba ha llegado en el ajedrez mundial femenino. “Tiene un año más que yo. Cuando era niña, sus padres decidieron que solo juegue ajedrez y haga sus estudios en casa. Me contaba que se despertaba y que había tableros con distintas situaciones por la casa, que ella y sus hermanas tenían que resolver”. Hoy es embajadora del deporte en su país.

Fierro es, según los datos locales, la ajedrecista número uno en el país desde 1994. ¿Por qué cree que nadie le ha arrebatado el primer lugar? “Hay chicas jóvenes fuertes (en el ajedrez), pero el problema es que al dejar el colegio y empezar la universidad, algunas no logran combinar ambas cosas o no tienen tanto apoyo porque se necesitan recursos económicos, para viajar, competir”.

Entre las ajedrecistas actuales, destaca a Anahí Ortiz. “Es joven (...), creo que puede ser Gran Maestra dentro de poco”, dice.

Nuevos métodos para competir

Fierro comenta que hay muchos torneos en línea, que se puede jugar las 24 horas. En estos ganas títulos, pero no te dan puntos FIDE. Lo que ha implementado la federación hace poco, detalla, es una especie de torneo híbrido. “Si diez jugadores de Ecuador quieren jugar contra diez de Estados Unidos, antes debían estar todos en el mismo lugar. Ahora cada grupo puede estar en su país, en una sala con árbitro, y pueden jugar en línea con validez”.

Detalles

Para inscribirse en las clases hay que entrar a www.academiamarthafierro.com/clases-on-line. Se debe llenar un formulario de inscripción, con teléfono, para que la Academia se contacte con los interesados. (I)