Un proyecto truncado que dejó “enseñanzas”, así define el montañista Santiago Quintero a la expedición que realizó entre julio y agosto a países de Asia Central, al “un infierno blanco”. El tricolor completó una de cinco cumbres previstas, temas de logística, mal clima, falta de tiempo y hasta una bronquitis impidieron que Quintero completara la agenda del plan denominado Leopardo de las Nieves, con la ventana abierta de retomarlo en 2022.

Con un “cronograma exacto y específico”, la aventura de Quintero comenzó con el viaje a Kirguistán, para ascender al pico Lenin, el primero de una lista de cumbres que integraban el Korzhenevskaya, Ismail Samani, Pobeda y Khan Tengri, en territorios de Kazajistán y Tayikistán.

El primer intento de cumbre se cumplió el 9 de julio, “pero me encontré con una montaña cargadísima de nieve. Caían avalanchas por todo lado, era tan peligroso que no lo vi claro porque con una avalancha podía quedar enterrado. Las condiciones eran realmente peligrosas”, contó Quintero en diálogo con EL UNIVERSO.

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Con vientos de hasta 70 kilómetros por hora y temperaturas de 30 grados bajo cero, el asalto a la cumbre del Lenin debió postergarse doce días en medio de “un infierno blanco”.

Quintero hizo cumbre el 25 de julio, pero lejos de cumplir con la meta, la planificación del proyecto tuvo un cambio radical.

Ya no era posible completar las cinco montañas, solo con los días de agosto disponibles debíamos subir a una montaña cada semana y eso con las condiciones que encontramos era imposible, sumado a traslados y logística”, indicó.

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El montañista ecuatoriano Santiago Quintero en el ascenso al pico Lenin, parte de su proyecto Leopardo de las Nieves. Foto: Cortesía

La decisión fue intentar completar tres cumbres: “El Ismail Samani y la menos complicada que es el Korzhenevskaya”, detalló el montañista tricolor.

“Fui solo, pero me uní a un equipo iraní. Hice un intento de subir a la cumbre y alcanzamos los 6.000 metros. Llegué al campo 2, abrimos ruta y fijamos cuerdas, pero con todo listo tuve un percance con la salud, una bronquitis, y tuve que ser honesto conmigo mismo, precavido con la vida y decidí regresar. Lamentablemente, entre ese grupo cinco montañistas sufrieron congelaciones”, comentó Quintero.

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Pese al revés de la expedición, el capitalino destacó sus “reflexiones” después de la travesía. “La montaña no es la cumbre, es el camino, lo importante fue hacer el intento, pero también debo reconocer, ya con cabeza fría, que las decisiones tomadas fueron las precisas, porque las condiciones no eran las apropiadas, y porque de haber seguido tal vez me esperaba la muerte. Tomar esas decisiones también son parte del aprendizaje en esta aventura”, dijo.

“Hacer una montaña de 7.000 metros con una gripe es inviable, en mi caso era más complicado. Es la primera vez que me ocurre, pero tuve que ser sensato, declinar y regresar. Considero que fue una decisión correcta, más en mis condiciones porque amputado parte de los pies y subir con prótesis es más complicado”, apuntó el ecuatoriano.

Proyectos 2022

“Contento con una cumbre”, Quintero inicia la planificación para el próximo año, con dos metas, y aunque la búsqueda de financiamiento es de los principales pendientes, el montañista nacional espera retomar Leopardo de las Nieves y avanzar con una agenda postergada en el tiempo: Ecuador en todo lo alto, 14 x 8.000, proyecto que busca subir sin oxígeno a las 14 montañas más altas del planeta.

Santiago Quintero, montañista ecuatoriano. Foto: Cortesía

“Aspiro a completar los 14 x 8.000, no puedo dejar 30 años de carrera deportiva, 10 años de esfuerzo, porque esto ha sido mi vida. Tengo el convencimiento y absoluta certeza de que podré lograrlo, es el proyecto de mi vida”, expresó.

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Quintero sigue con su preparación y desde el segundo semestre del 2022 retomará sus intentos de cumbres.

“Mucho dependerá del tema económico y la logística para ver si podemos retomar el proyecto Leopardo de las Nieves o decidir por ir a Pakistán, donde me faltan tres montañas de las que están sobre los 8.000 metros”, concluyó. (D)