Uno huyó del aeropuerto y varios escaparon del hotel: este año, una cifra récord de beisbolistas cubanos se fugó en torneos en el extranjero, mientras la isla sufre su peor crisis económica en tres décadas.

El equipo cubano que disputó el Mundial sub-23 de béisbol en México regresó el lunes a la isla, pero con la mitad de los 24 jugadores que emprendieron el viaje inicial al torneo.

Es el “Mundial de los abandonos”, algo “sin precedente en la historia del béisbol”, explica a la AFP Francys Romero, periodista especializado en el tema y autor del libro “El Sueño y la Realidad. Historias de la emigración del béisbol cubano (1960-2018)”.

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Unos de los fugados le explicó cómo saltó a una palmera desde el segundo piso del hotel en plena tarde para tomar el vehículo que lo esperaba.

Este fenómeno no es nuevo, “comenzó en 1991, cuando un lanzador del (Club Industriales) de La Habana, (René) Arocha, abandonó la selección en el aeropuerto de Miami”, recuerda Romero.

Desde entonces, “dos o tres” beisbolistas desertaron cada año, siendo el récord anterior el de 1996, con nueve. Muchos también abandonan el país legalmente, una opción posible tras la reforma migratoria de 2013, aunque ahora limitada por una fuerte reducción de los vuelos debido a la pandemia.

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Ese año, el gobierno también autorizó a los deportistas a fichar en clubes extranjeros (salvo los de EEUU), en un intento por frenar un éxodo que afecta al país desde el triunfo de la revolución de Fidel Castro en 1959, cuando se abolió el deporte profesional, pero que aumentó en la década de 1990 con la crisis económica.

“Una guerra”

La cifra se disparó este año y también cambió el perfil de los que se fugan: son más jóvenes y no siempre están destinados a una gran carrera internacional, precisa Romero. Su meta inmediata es “cambiar su realidad económica (...) y luego la parte deportiva”.

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En las redes sociales, algunos internautas cubanos los criticaron, pero muchos otros los aplaudieron, conscientes de lo difícil que resulta vivir en un país con una fuerte escasez de alimentos y medicinas.

En junio, durante el Preolímpico de béisbol de Florida, tres estrellas y el psicólogo del equipo lo abandonaron. Cuba, con tres títulos olímpicos y 25 coronas mundiales en béisbol, quedó entonces por primera vez fuera de los Juegos Olímpicos de Tokio-2020.

Para Luis Daniel del Risco, máximo representante de la Federación Cubana de Béisbol (FCB), es “una guerra” que se libra “con el objetivo simplemente de destruir el béisbol cubano”.

Del Risco denuncia “una campaña de acoso” de los cazatalentos cada vez que una selección cubana sale al exterior. “Esas personas tienen acceso a los hoteles (donde se hospedan)” y van con el “objetivo de contactar a los muchachos” para proponerles “que abandonen el equipo”.

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Lo mismo hacen mediante “llamadas telefónicas”, “mensajes a través de WhatsApp” o de “familiares”, lo que impide que los jugadores “puedan estar concentrados en el juego como otros equipos que van sin esa preocupación”.

“Decisión muy complicada”

“He oído decir muchas veces que según esté el béisbol así está Cuba”, dice el novelista cubano, Leonardo Padura, gran aficionado a ese deporte y coautor de un libro de entrevistas a estrellas de la pelota cubana.

Padura sostiene “que lo que ocurrió en este campeonato es una representación de lo que está pasando en el país realmente, esa furia migratoria” que también se traduce en los últimos meses en un alza de los “balseros”, cubanos que cruzan el Estrecho de Florida en precarias embarcaciones para llegar a Estados Unidos.

“Hay que respetar la decisión de estos jóvenes”, porque “realmente es una decisión muy complicada”, agrega el novelista, que siempre soñó con ser pelotero y sigue a Industriales. “Están renunciando a muchísimas cosas por dar ese paso tan grande, tan definitivo”, anota.

Los que abandonan “se quedan sin documentación (pasaporte) porque la delegación cubana lo retiene”, explica Romero. También se les prohíbe regresar al país en ocho años.

Para Del Risco, aunque es “una decisión personal”, estos jugadores “no cumplieron con sus compañeros ni con el compromiso con el país”.

Según él, “hay una sola forma” de resolver este problema: “darles a los peloteros cubanos las mismas posibilidades que se le dan a los demás peloteros del mundo”, porque actualmente “tenemos que abandonar una delegación, tenemos que desechar de ser cubanos. Creo que no es justo”.

Un acuerdo histórico, firmado en 2018 entre las Grandes Ligas estadounidenses (MLB) y la FCB, permitió a los cubanos jugar bajo la Gran Carpa sin tener que abandonar su país, pero nunca llegó a materializarse.

Luego las tensiones diplomáticas entre los dos países aumentaron y el pacto fue cancelado por la administración de Donald Trump en abril de 2019. (D)