Carlos Alcaraz (2.º ATP) defenderá su título de Roland Garros en la final al superar en semifinales al italiano Lorenzo Musetti (7.º), quien se retiró por lesión en el muslo izquierdo cuando perdía 4-6, 7-6 (7/3), 6-0 y 2-0 tras dos horas y 25 minutos.

El español jugará el domingo por una segunda Copa de los Mosqueteros consecutiva ante el vencedor de la segunda semifinal entre Jannik Sinner (1.º) y la leyenda Novak Djokovic (6.º).

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A la tercera en la gira de tierra no pudo ser la vencida para Musetti, que ya había perdido ante Alcaraz en la final de Montecarlo y en las semifinales de Roma.

El español pisa la final convertido en la gran referencia en la tierra batida. Ganador de estos dos torneos, solo ha perdido un duelo en la primavera europea, la final de Barcelona ante Holger Rune con unos problemas físicos que le impidieron jugar en Madrid.

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“Solo queda un paso. Me encuentro muy bien, tengo la sensación de jugar bien”, declaró Alcaraz desde la misma pista nada más terminar el partido.

Fue una buena prueba de madurez para el vigente campeón ante un tenista de su generación (22 años frente a 23 del italiano): soportó la tormenta y dio batalla hasta que encontró la llave en un triunfo que se aceleró por la lesión de Musetti.

Para que hubiera partido entre un Alcaraz cuatro veces ganador en Grand Slam y un Musetti, cuyo techo en un ‘grande’ son las semifinales -antes en Wimbledon 2024-, el primero tenía que ofrecer su versión más terrenal y el segundo rozar la perfección.

Dos horas de resistencia

Fue lo que ocurrió durante dos horas: bajo el techo retráctil de la Chatrier, extendido por una previsión de lluvia que no se cumplió, el primer set había sido un pulso cerrado que se definió por la eficacia total de Musetti.

En el momento justo, con 5-4 favorable, el italiano aprovechó su primera bola de rotura. Antes, el español había desperdiciado dos.

Musetti iba a vender cara su piel. Afilado su revés a una mano y resistente en los intercambios largos, exigía una mejoría urgente de Alcaraz, muy lejos del tenis arrollador que exhibió en cuartos ante Tommy Paul.

Con el italiano guardando su 100 % de efectividad (3/3 en bolas de break) el segundo set se definió en una muerte súbita en la que por fin Alcaraz dio un paso al frente.

Con algo de retraso, pero el número dos mundial se había enchufado a la semifinal: mejoró la consistencia, afinó las cortadas y convirtió su derecha en un martillo para sacrificar a un Musetti rematado por su lesión. (D)