El fútbol siempre deja espacio para las historias, incluso en los escenarios más competitivos. Tras el sorpresivo triunfo de Botafogo sobre el poderoso PSG por 1-0 en la fase de grupos del Mundial de Clubes, una imagen captó la atención más allá del marcador: el abrazo entre Willian Pacho y su exentrenador Renato Paiva.