Que el trofeo de la Copa Libertadores “se mira y no se toca”, dice el viejo refrán sobre el galardón más preciado a nivel de clubes de América. Es también un adagio replicado en los pasillos de los estadios, por leyendas que disputaron la final del torneo, los que la conquistaron y los que no. Lo real es que es muy estricto el control del trofeo de la Libertadores cuando se lo traslada desde los despachos de la Conmebol, en Luque (Paraguay), a otro punto del continente. En su primera ocasión en Guayaquil desde agosto de 1998, por una visita oficial organizada por uno de los patrocinadores oficiales del certamen, la Copa volvió a coquetear con el malecón Simón Bolívar y los portales de la ciudad.

La marca de cerveza Amstel, en conjunto con la Conmebol, hicieron posible que el trofeo de la Copa Libertadores sea mostrado, este lunes 20 de septiembre, en diferentes puntos de Guayaquil y exhibido finalmente en el Hemiciclo de la Rotonda del malecón. Fue un evento en el que participaron representantes de los medios de comunicación, diferentes autoridades del Puerto Principal y representantes del Ministerio del Deporte y la empresa privada.

Tuvo que pasar un cuarto de siglo (23 años) para que este trofeo sea traído de nuevo a Guayaquil, en el marco de una activación de marca con vistas a la fase final de la edición actual de la Libertadores, que se inicia este martes 21 con la disputa de las semifinales, y la final única del 2022 que se ha programado para el 29 de octubre del próximo año en el estadio Monumental Banco Pichincha, propiedad de Barcelona Sporting Club.

Publicidad

“Nosotros queremos hacer un kick off de que va a ser en un año la final de la Libertadores (2022). Pero por el momento que estamos viviendo, como fútbol guayaquileño y fútbol ecuatoriano, ameritaba que disfrutemos el 2021 y darle la bienvenida a la Copa para el 2022. Estamos cocinando muchas ideas y preparando muchas sorpresas para el próximo año, y ojalá podamos tener nuevamente un equipo ecuatoriano en estas instancias, y ojalá en la final, aquí en Ecuador, sea una fiesta completa para todos”, dijo a EL UNIVERSO Jimmy Castañeda, director de marketing de Heineken Ecuador.

Y agregó: “Es muy estricto el control que se le da a la Copa. Por lo que he visto es la Copa real; nadie la puede tocar, solo los custodios que designa Conmebol la manejan con guantes. Nadie la toca, solo quien la gana la puede tocar, básicamente. Y entiendo que también los presidentes (de Conmebol) y altas figuras del fútbol pueden tocarla. Nosotros, como auspiciantes, tenemos que regirnos a todos esos controles. La Copa vino en una caja especial, de la que solo la pueden sacar los custodios designados”.

Transeúntes, muchos curiosos y pocos aficionados al fútbol fueron testigos en las calles Malecón y 9 de Octubre del aparcamiento de un autobús de dos pisos sin techo que traía el trofeo de la Copa Libertadores. Así se inició el evento, cuando los organizadores dieron paso a los periodistas y reporteros gráficos de ascender al vehículo que los trasladaría hasta un hotel, ubicado en el norte de la urbe, para ahí recién recoger a la diva sudamericana. En la parte frontal, sobre un modular, dos custodios agarraron fuerte la Copa y la colocaron. Desde el Hilton Colón hasta la av. Juan Tanca Marengo, pasando por un tramo de la av. Machala, para el autobús regresar al punto de origen, la Copa Libertadores fue paseada ante el asombro de personas y otros fanáticos de Barcelona SC que clamaban: “Esa Copa se tiene que quedar en Guayaquil”, “Esa Copa va a ser de Barcelona”.

Publicidad

De regreso al malecón, ahora ante la presencia de docenas de hinchas canarios, el trofeo fue custodiado hasta un modular instalado al pie del Hemiciclo de la Rotonda, adonde tras un acto protocolar de la marca Amstel los invitados pasaron a fotografiarse con el galardón.

Hicieron gala de su presencia las glorias barcelonistas José Pepín Gavica y Julio César Emperador Rosero, este último participante en la final copera de 1998 contra Vasco da Gama.

Publicidad

El trofeo de la Copa Libertadores de América va a estar en Guayaquil hasta las 18:00 de este lunes, luego será llevado a Perú para otra activación en el vecino país, según afirmó el director de marketing de Heineken Ecuador. (D)