Guillermo Almada dirigió al último Barcelona Sporting Club que fue campeón de Ecuador con un estilo de juego acorde al ADN de la institución: el que da prioridad a la ofensiva (una postura a la que, por historia, los canarios están “condenados” a respetar fielmente en cualquier cancha del país) y no a la precaución excesiva, al contragolpe, a la tendencia defensiva que se trata de encubrir con el disfraz del “equilibrio”. El equipo del 2016, dirigido por el uruguayo, fue avasallador donde se presentó y se quedó con la corona como ganador de la primera y segunda etapa del torneo nacional.

Ganó 31 de 44 partidos, anotó 93 goles (tuvo el mejor ataque), consiguió 99 puntos (Emelec, su escolta, hizo 88) y su zaga fue la menos vencida, con 35 tantos recibidos. Perdió seis veces y empató siete juegos. Pero, más allá de las cifras, el salvaje rendimiento del Barcelona SC de Almada y su ímpetu desbocado le reservaron un lugar especial entre los planteles amarillos campeones de Ecuador.

Además, con el charrúa los toreros llegaron hasta semifinales de la Copa Libertadores del 2017, tras 19 años de ausencia en esa etapa. En abril del 2019 se marchó a México, donde elevó su cotización con base en el tipo de fútbol que exhibió en el país. Lo hizo primero en el Santos Laguna de Torreón, con el que se quedó cerca de ponerse la corona. Lo pudo hacer finalmente en el Apertura 2022, con el Pachuca.

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Guillermo Almada: Me llamaron de Barcelona; hablamos con Carlos Alfaro Moreno para regresar, pero no llegamos a acuerdo

Hoy es mencionado por la prensa deportiva azteca como candidato para tomar el lugar de Gerardo Martino, luego del Mundial de Qatar, como técnico de la selección mexicana. De ese tema y de su deseo de volver, en algún momento, a Barcelona SC habló Guillermo Almada con EL UNIVERSO, durante sus vacaciones en Montevideo. Por ahora, hace fuerza para que los canarios ganen el título este domingo ante Aucas, en la final de vuelta de la LigaPro, en el estadio Gonzalo Pozo Ripalda.

Ser campeón en México parece que fue más complicado que en Ecuador; le tomó más tiempo que aquí...

México tiene una de las ligas más competitivas del mundo, con un sistema complicado para llegar al campeonato. Son 17 fechas y luego los playoffs. Es difícil competir entre equipos con mucho poderío financiero, como por ejemplo Monterrey, Tigres, Cruz Azul, América, Toluca, que tienen mucho potencial económico y gastan muchísimo dinero (en fichar refuerzos). Nosotros tenemos nuestras cosas, como la formación de jugadores y aportar con juveniles. Además, traemos extranjeros para darle un equilibrio (al Pachuca). Es grande el mérito de haber llegado a tres finales seguidas. La idea es hacer más con menos, con un presupuesto menor; tener un mejor rendimiento que los equipos que gastan muchísimo, y lo hemos conseguido.

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¿Tiene usted interés en la selección mexicana?

Se rumora mucho que se va a ir (Gerardo) Martino (luego del Mundial 2022). Ha sido cuestionado tal vez por el funcionamiento y no por los resultados; se tenía otra expectativa. La prensa mexicana cree que estamos entre los candidatos ideales para tomar la selección de un país que es muy nacionalista. Esto es un halago a nuestro equipo de trabajo, del que soy un poco la cabeza visible, pero son muchos los compañeros que me asisten. Veremos qué sucede más adelante, porque nosotros no queríamos en un principio dirigir selecciones; pero ahora, dentro de nuestras motivaciones, podemos hacer un análisis más profundo. Estamos con México y esperamos que le vaya lo mejor posible al Tata Martino.

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Visto con la perspectiva de la distancia y los años, y con lo que ha visto y vivido en México, ¿en qué nivel anda el campeonato de Ecuador desde lo técnico y lo organizativo?

El campeonato mexicano tiene un nivel espectacular. Los clubes invierten mucho dinero en contratar jugadores de alto nivel. Va mucha gente a los estadios. Es uno de los mejores campeonatos del mundo.

El torneo ecuatoriano ha mejorado mucho en su organización; ha crecido. Por eso, sus jugadores son muy valorados aquí (en México), porque han tenido un buen rendimiento, una buena dinámica. Tal vez aquí hay paridad, porque todos los equipos pelean en igualdad de condiciones por el título; por ejemplo, el primero puede ser eliminado con el octavo (en la liguilla). En Ecuador hay cuatro o cinco equipos que pelean por el título, y los otros por sostener la categoría.

Guillermo Almada no va a la selección uruguaya, ya firmó con Pachuca de la Liga MX

¿Qué valoración hace de Romario Ibarra, su jugador en el Pachuca?

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La verdad, ha tenido un nivel espectacular. Cuando llegó fue muy cuestionado y hubo posibilidad de que saliera del equipo; nosotros pedimos su continuidad. El primer semestre (de este 2022) tuvo un gran rendimiento; trabajamos mucho para que no se lesionara y tuviera continuidad. En el segundo semestre llegó lesionado de la selección ecuatoriana, pero trabajamos para fortalecerlo. Romario tuvo un cierre de campeonato espectacular. Está en un gran nivel, e indudablemente va a ser un gran aporte para Ecuador en el Mundial. Nos alegra por él, que es una gran persona y ha crecido muchísimo.

¿La selección de qué país elegiría, entre las de México, Ecuador y Uruguay, si le dieran la opción de dirigir una de ellas?

Dependerá del proyecto deportivo que uno tenga, de lo que te planteen. No siempre lo económico es lo más importante. Es imperativo tener coincidencia con el proyecto deportivo. Valoraremos cosas como que uno pueda trabajar cómodo y que tengamos el mismo camino (de la dirigencia).

¿Hay en Ecuador un club como Pachuca?

Sí. Yo lo compararía mucho con Independiente del Valle, que apuesta por la formación de los jugadores de manera integral. Pachuca se nutre de muchos juveniles que aportan bastante en primera división.

La afición del Barcelona añora que usted regrese. ¿Se podría dar su vuelta en algún momento?

Sí. Obviamente vivimos momentos inolvidables en el plano familiar e indudablemente en lo deportivo. Nos trató maravillosamente la sociedad ecuatoriana. Les tenemos un gran agradecimiento, muy importante, no solo de toda mi familia, sino mío en particular. En lo deportivo vivimos cosas y momentos espectaculares con Barcelona. A mí en algún momento me gustaría volver a dirigir al club, pero uno nunca sabe cuándo puede suceder eso. En un futuro me planteo poder regresar, por todo el cariño que permanentemente nos profesa la gente y también por el cariño que le tenemos nosotros. En algún momento vamos a volver.

¿Qué posibilidades tiene Barcelona SC en la final ante Aucas?

Tiene el 50 % de posibilidades, al igual que Aucas; esa es la realidad. Pero conozco mucho a los jugadores que tiene Barcelona, y generalmente en ese tipo de partidos se agigantan. Cuanto más complicada o difícil es una situación, ellos tienen un mejor rendimiento. Aucas ha hecho una gran segunda parte y hay que respetarlo, pero Barcelona tiene las posibilidades de ser campeón. Esperemos que pueda lograrlo. Todos vamos a estar haciendo fuerza.

Guillermo Almada se despide de Barcelona SC

Por lo visto, usted ha seguido la campaña de Barcelona...

Sí, miramos los partidos, las alineaciones, los cambios, y seguimos el fútbol ecuatoriano. Nosotros, los entrenadores, vivimos en un mundo globalizado, y tenemos que estar informados de todo para estar al día. Cuando se ha tenido un pasaje de cuatro temporadas en Ecuador, uno sigue consumiendo los programas deportivos, mirando partidos, analizando los jugadores. Tenemos un seguimiento muy importante de todo lo que sucede en Barcelona, pero a la distancia y en la medida que nos es posible.

¿Qué le puede decir a la afición de Barcelona SC para esta final?

Que todos tengamos la máxima fe para que salga campeón. Tenemos que hacer fuerza, apoyar al equipo a muerte, a los jugadores, al entrenador, a todos quienes hacen la institución, para poder levantar el trofeo. Conozco a muchos de los jugadores y sé que se van a matar por el título.

¿Qué es lo que más extraña de Ecuador?

El encebollado (sonríe). También extraño muchas cosas que vivimos en Barcelona. Guayaquil es una ciudad hermosa que nos trató muy bien. La calidad de la gente ecuatoriana, pero no solo de los hinchas de Barcelona, sino de todas las instituciones, los amigos que dejamos allá, el club, los futbolistas. Nos trataron de maravilla; fuimos muy felices. (D)