El Arsenal se llevó el derbi de Londres de forma placentera, pero no pudo evitar el lío que se formó al término del encuentro. Con el partido ya acabado, un aficionado del Tottenham Hotspur bajó desde la grada hasta la altura del campo para, subido en los paneles publicitarios, golpear al guardameta Aaron Ramsdale con una patada, según publica diario Marca, de España.
Toda la riña la iniciaron el arquero y Richarlison, que compartían unas palabras en los instantes finales del cruce. Tras el pitido final, la conversación subió de tono y el ariete brasileño soltó el brazo hacia el rostro de Ramsdale.
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La chispa de las hostilidades
Esto y la actuación del hincha local desataron una tangana en la que estuvieron involucrados ambos equipos prácticamente al completo.
El choque de multitudes se extendió hasta varios minutos después del pitido final, aunque no fue a mayores. (D)