El mundo del fútbol permite a sus protagonistas tener todas las excentricidades y lujos que no están al alcance de cualquiera. Neymar es uno de esos ejemplos. El futbolista del Paris Saint-Germain, que ya se ha puesto a las órdenes de Luis Enrique, es un asiduo en despilfarrar su elevado y portentoso patrimonio económico en coches, ropa, bisutería de alta gama, o incluso en partidas de póker o ruleta, donde ha llegado perder miles de euros en cuestión de segundos, publica diario AS.