Marcelo Bielsa, director técnico de Uruguay, dijo textualmente: “El éxito es deformante, relaja, engaña, nos vuelve peores, nos ayuda a enamorarnos excesivamente de nosotros mismos”.

Y esta es una aseveración que podría encajar con la actualidad que vive la selección ecuatoriana de fútbol luego de un triunfo, que fue importante, ante Nueva Zelanda por 2-0.

Los goles de Nilson Angulo y Leonardo Campana, quien se estrenó en las redes con el combinado absoluto, firmaron el primer triunfo en cuatro partidos amistosos que se disputaron en octubre y noviembre.

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Duelos que eran importantes para determinar la ubicación de Ecuador en el ranking FIFA y poder mantenerse en el bombo 2 de cara al sorteo, el próximo 5 de diciembre, como terminó ocurriendo.

Los empates ante Estados Unidos, México y Canadá y la victoria sobre los neozelandeses sirvieron para ese fin. Sin embargo, el ambiente de positivismo excesivo no va acorde con las expectativas que esta Selección ha generado respecto de su participación en la quinta Copa del Mundo de su historia.

Y esto se explica porque a nivel futbolístico, la Selección no ha mostrado un modelo de juego que convenza, donde cada jugador pueda resaltar con sus individualidades para potenciar al colectivo. De hecho, en muchos partidos le ha costado más de la cuenta.

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No ha encontrado mecanismos para vulnerar defensas rivales, sobre todo, las de mayor jerarquía. Nueva Zelanda era el equipo con menor poderío de las cuatro selecciones a las que se enfrentó. Solo se les pudo ganar a ellos, no a los demás.

Y aunque el empate podría sonar positivo, Hernán Galíndez evitó la derrota que pudo arrojar otro tipo de análisis para los resultadistas. Desde el juego, el panorama no está claro, es una incertidumbre lo que pueda hacer Ecuador en el Mundial más allá del deseo que tienen los jugadores de hacer historia.

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Además de la gran actuación y presencia que impone Galíndez bajo los tres palos, la realidad es que hoy Ecuador cuenta con una de las mejores defensas del mundo y puede sostenerse desde allí, aunque el desarrollo del juego no sea óptimo.

Es tan positivo lo de esta zaga que la Tri podría tener un mal partido de mitad de cancha hacia adelante y aun así no perder. Por esa razón es que un resultado podría distorsionar la realidad.

En muchos encuentros, no ha dejado sensaciones de tener automatizados mecanismos para encontrar al hombre libre delante de la línea de la pelota, generar ventajas y mover al rival para fabricar espacios.

Ante Nueva Zelanda hubo desequilibrio y niveles individuales altos, aunque el rival no es de la exigencia que hoy se puede permitir Ecuador. Por esta razón, hay que tomar con pinzas este triunfo.

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Beccacece será el entrenador en la Copa del Mundo y ya ha recibido el apoyo de todos los convocados, como lo dejó entrever Gonzalo Plata, uno de los más destacados ante los de Oceanía.

“Él es quien nos transmite la confianza que tenemos en el campo, toda la confianza y el apoyo para él. Muchas personas están en su contra, pero él es el que está al mando de nosotros, lo vamos a respetar, apoyarlo en todo lo que necesita y la gente dentro del campo va a dejar la vida por él”, aseguró en diálogo con El Canal de Fútbol tras el pitazo final.

En marzo, la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) tiene proyectado realizar dos partidos amistosos en la fecha FIFA: se buscan rivales europeos y africanos.

Es allí donde se tendrá un panorama mucho más claro de lo que podría hacer Ecuador en la Copa del Mundo. Hoy, no es alentador. (D)