La historia del fútbol europeo escribió este sábado una página sin precedentes. Un equipo no marcaba cinco o más goles en una final de Champions League desde la lejana temporada 1961/1962, cuando el Benfica de Eusébio venció 5-3 al Real Madrid, en la antes llamada Copa de Europa. Pero lo de hoy fue aún más impactante: es la primera vez en la historia que una final se define con una diferencia de cinco goles o más.

Una goleada monumental o una paliza futbolística como titularon varios medios de comunicación a nivel internacional en el escenario más grande del fútbol de clubes. Pero si este dato ya estremecía a los amantes de las estadísticas, para Ecuador la jornada fue simplemente inolvidable.

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Porque entre los protagonistas de esta final quedó grabado el nombre de Willian Pacho, quien no solo se consagró como el primer ecuatoriano en levantar la UEFA Champions League, sino que lo hizo siendo pieza clave en una campaña histórica que terminó en triplete: liga, copa y Champions.

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El zaguero tricolor mostró su solvencia habitual, firme en los cruces, inteligente en las coberturas y con la jerarquía de un veterano, a pesar de su juventud. Su equipo no solo dominó el partido, arrasó sin piedad, rompiendo esquemas y estadísticas en una de las noches más impactantes del fútbol moderno.

Con esto, Pacho no solo entra al libro de los récords de Ecuador, entra en la leyenda del fútbol europeo. El sueño que parecía imposible para tantos, hoy es una realidad con nombre y apellido ecuatoriano. (D)