Hace 50 años Barcelona Sporting Club se alistaba para debutar, el 27 de febrero de 1972, en la Copa Libertadores. El duelo nocturno se jugó en el estadio Modelo contra el América de Quito, por el Grupo 2 del certamen; la llave la completaban los clubes bolivianos Oriente Petrolero y Chaco Petrolero.
La expectativa era enorme en Guayaquil y en el resto de Ecuador porque en 1971 los canarios clasificaron a la etapa semifinal del torneo continental, que tenía un filtro de calidad más exigente que el actual: pasaba de ronda solo el primero de cada grupo, competían únicamente los campeones y subcampeones de cada país miembro de la Conmebol, la fase previa a la final se jugaba dividida en dos llaves de tres escuadras cada una y a la final accedía el líder de ambas.
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Dirigido por el brasileño Otto Viera, Barcelona, monarca nacional de 1970 y 1971 tuvo, además del respaldo de su multitudinaria afición, un apoyo especial antes de su estreno copero de 1972: el de su hermano del Astillero, el Club Sport Emelec.
“Los hermanos sean unidos porque esa es la ley primera. Tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos se pelean los devoran los de afuera”, escribió en 1872 José Hernández, argentino, en su libro Martín Fierro, memorable poema épico. Ese consejo lo seguían antes Barcelona y Emelec, hermanos de barrio.
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‘Fervoroso aliento’ azul
El 27 de febrero de 1972 la dirigencia eléctrica publicó en Diario EL UNIVERSO un anuncio el día en que los canarios iban a medirse con el América capitalino, el entonces aguerrido y complicado equipo cebollita. Los millonarios le expresaron esto a los canarios: “Club Sport Emelec, al iniciar hoy Barcelona Sporting Club una nueva participación en la Copa Libertadores de América, le expresa su fervoroso aliento y formula los mejores augurios porque alcance el más brillante éxito como representante del fútbol ecuatoriano”.
Esa noche de 1972, con goles de Washington Chanfle Muñoz y el peruano Pedro Perico León, los buenos deseos del directorio de Emelec se hicieron realidad: Barcelona venció 2-1 al América y empezó a transitar un camino que lo llevó otra vez hasta semifinales.
El deportivismo y caballerosidad de la dirigencia azul de hace medio siglo estaba fuera de duda porque le envió ese mensaje público al adversario que en 1971 le desbarató el sueño de ser semifinalista de la Libertadores. En un partido extra para definir al ganador del grupo Barcelona goleó 3-0 a Emelec en el estadio Modelo.
Felicitación canaria a eléctricos
Casi una década después los toreros devolvieron la cortesía. El 9 de enero de 1980 Barcelona felicitó a los eléctricos por ganar, ese día en Manta, el título nacional de la temporada 1979. La carta de los amarillos, firmada por su presidente José Tamariz Crespo, y por Alberto Pincay Paz, como secretario, decía que no podían “sustraerse al júbilo que siente el pueblo guayaquileño“ por el logro emelecista.
Dirigida a Ricardo Estrada, titular de los millonarios, la misiva decía: “Estimado señor: Nos es grato hacer conocer a usted que el directorio de Barcelona SC, en sesión realizada el 9 de enero de 1980, acordó felicitar al club de su presidencia, a sus directivos y partidarios, por la conquista del título nacional de fútbol de 1979. El Barcelona SC, a pesar de mantener con el Emelec una caballerosa, deportiva y antigua rivalidad, como entidad que reúne la más grande afición del país, no puede sustraerse al júbilo que siente el pueblo guayaquileño. Reciba con esta oportunidad el testimonio de nuestra alta consideración”. (D)