Lionel Messi y la selección argentina campeona del mundo dejaron el autobús en el que se desplazaba por Buenos Aires para celebrar su título mundial con millones de hinchas y saludaron desde un helicóptero, pues la gran aglomeración de gente impidió que prosiguieran por tierra al céntrico Obelisco .

“Los campeones del mundo están sobrevolando todo el recorrido en helicópteros porque se hizo imposible seguir por tierra ante la explosión de alegría popular. Sigamos celebrando en paz y mostrándoles nuestro amor y admiración”, escribió Gabriela Cerruti, portavoz de la Presidencia, en su cuenta Twitter.

La caravana había partido poco antes del mediodía desde el predio de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), en Ezeiza, periferia de Buenos Aires, y se proponía llegar al céntrico Obelisco, en la avenida 9 de Julio, lugar de celebración por excelencia.

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Pero al cabo de casi cinco horas de muy lento recorrido, los jugadores con la copa tuvieron que renunciar a ese objetivo y subir a los helicópteros, con los que sobrevolaron la ciudad.

“No nos dejan llegar a saludar a toda la gente que estaba en el Obelisco. Los mismos organismos de seguridad que nos escoltaban no nos permiten avanzar. Mil disculpas en nombre de todos los jugadores campeones. Una pena”, escribió en Twitter Claudio Chiqui Tapia, presidente de la AFA, quien acompañó a los futbolistas en la caravana.

Apenas se supo que venían en helicóptero, miles de personas que esperaban en el centro de Buenos Aires corrieron hacia la plaza de Mayo pensando que aterrizarían allí para asomarse desde el balcón de la Casa Rosada, sede de la presidencia.

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Pero el recorrido finalmente fue solo aéreo y ya los jugadores regresaron al predio de la AFA, su lugar habitual de concentración.

Entre 5 y 6 millones de personas se habían congregado a lo largo del recorrido, inicialmente diseñado sobre unos 70 km, según una fuente del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires. (D)