Transmite Édison Méndez, cuando habla sobre cualquier tema, una sensación de seguridad en sí mismo. Hace gala el Kinito de la misma certidumbre que en las canchas exhibía cuando daba un pase certero, cuando iniciaba una jugada de ataque, cuando iba con firmeza a marcar a un rival. La misma fortaleza anímica que le sirvió para desde su Valle del Chota natal marcharse a un club de Europa, donde vivió varios de los mejores momentos de su vida como futbolista profesional. Le prometió a su mamá, doña Carmelina, al irse rumbo a Países Bajos (antes Holanda) en el 2006 que al volver a su tierra lo haría como campeón con el PSV Eindhoven. Y cumplió.

Centrado, maduro, con aplomo. Así se percibe a Méndez hoy, tal como cuando vestía de corto. Lo demostró, una vez más, durante una charla en el programa EL UNIVERSO Mundial, sostenida con Francisco Molestina. Con otra forma de ser le habría ocurrido, seguramente, lo que se repite con muchos jugadores ecuatorianos que se van al exterior: no se adaptan, casi no juegan y retornan sin haber triunfado. Devaluados.

Méndez se refirió a las opciones de la Selección en la Copa del Mundo de Qatar 2022 (“Si Ecuador: si gana el primer juego, hay muchas posibilidades de ir a la otra fase”, “el margen de error es cero. No hay tiempo para equivocarte”, “el resultado del primer partido es el 70 % de lo que puede pasar en los siguientes”, “hay que tener mucho con Memphis Depay”, fueron varias de sus opiniones). Pero también mencionó otros temas relacionados con su trayectoria y cómo duras “lecciones de vida” lo convirtieron en el deportista de alta competencia que fue.

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“Vengo de un pueblo muy futbolero, el Valle del Chota; específicamente de El Juncal. De ahí salieron un montón de jugadores, y siguen saliendo, que lograron hacerse profesionales y también llegaron a la Selección. Muchos cumplieron sus sueños. Yo jugué en mundiales y en la Champions League. ¡No se imagina lo que es hacer realidad un sueño”, contó Méndez, nacido el 16 de marzo de 1979, sobre su origen.

Al hoy entrenador de las divisiones de Liga de Quito se le preguntó sobre la fuerte personalidad que lo distinguió como uno de los líderes de la Tricolor durante una década. Méndez dijo que aquella característica lo acompaña desde los 8 años de edad.

La pérdida de un hermano

“Mi niñez no fue nada fácil. Fui el último de once hermanos, y perdí a uno de ellos cuando yo tenía ocho años. Eso lo recuerdo claramente. Tratábamos de recuperar una pelota que saltó la pared de mi casa. En el Valle del Chota abrías la puerta de la casa y ahí estaba la calle por donde pasaban los carros a Tulcán, Quito, Colombia. Salió mi hermano por la pelota y yo fui detrás de él. Un carro nos atropelló a los dos. Mi hermano, de nueve años, murió y yo pasé grave por dos años”, relató el tri mundialista.

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Fue un momento trágico y clave para el pequeño Edison el que sufrió en 1987. “Quizás eso me dio mi personalidad porque en la niñez me pasó de todo. Cuando llegué a jugar fútbol lo disfrutaba y no me importaba el resultado: quería mostrar personalidad. A mi hermano también le gustaba el fútbol y de los dos quedé yo para darle esas alegrías en la Selección”.

Para Méndez, “aquella fue una lección de vida”, pero afirmó que sigue “disfrutando del fútbol. Ahora trato de hacerlo desde mi otra etapa, como entrenador. Vivir un día a la vez y tratar de que la gente disfrute con los buenos momentos que tuvimos como jugadores y ahora también como técnico”.

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El también exvolante del Deportivo Quito, El Nacional, Liga (Q) y Emelec dejó claro, al contar varias anécdotas extracancha, poco conocidas, que si desde niño se esforzó cuando se hizo profesional mantuvo esa costumbre. Cree que por eso triunfó en el PSV Eindhoven, al que se unió en el 2006.

‘Ni por frejoles ni amigos’

“En ese momento, y hoy mismo, no todos los ecuatorianos tienen la oportunidad de salir a un equipo importante de Europa. Yo le dije a mi madre, cuando nos despedimos en el aeropuerto (el 31 de agosto de 2006), que se quedara tranquila porque yo iba a regresar como triunfador. Que no iba a volver a Ecuador por los frejoles ni por mis amigos, sino que iba a regresar como ganador de un título internacional, y después de haber jugado en la Champions. Esos eran mis objetivos. Me fui con esa mentalidad, con objetivos claros”, relató sobre su incorporación a uno de los más prestigiosos conjuntos neerlandeses y del Viejo Continente.

¿Cómo se acopló tan pronto? “Gracias a Dios coincidí en el PSV con muchos sudamericanos y también con jugadores de mucha experiencia que habían ganado campeonatos como Patrick Kluivert y Phillip Cocu (ambos estuvieron antes en el FC Barcelona) y eso me ayudó a integrarme a un equipo que era totalmente ganador”.

El 9 de septiembre de 2006 el Kinito tuvo un debut espectacular al anotar dos goles para el PSV en la victoria 3-1 como visitante sobre Willem II, donde alineó ese día otro futbolista nacional: José Luis Valencia. Méndez anotó a los 14 y 21 minutos. El otro tanto lo hizo el peruano Jefferson Farfán.

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En EL UNIVERSO Mundial contó Méndez que su tesón no era solo una cuestión que pusiera en la cancha cuando estuvo en el PSV. Contrario a otros tricolores que ‘escaparon’ de las clases de inglés cuando fueron parte de escuadras de la Liga Premier, el del Valle del Chota estudiaba el idioma de Países Bajos para comunicarse mejor con sus compañeros de equipo.

Lecciones de neerlandés

“Había cuatro brasileños y dos peruanos. Pero también Cocu, Kluivert e Ibrahim Afellay hablaban español y (el técnico) Ronald Koeman también. Yo estudiaba cuatro horas por semana para entender un poquito a mis compañeros que no hablaban nada de español. Aprendía para entenderlos y tener una mejor comunicación en la cancha. En el campo de juego hablábamos en neerlandés o en inglés. El resto del tiempo, hasta en las charlas, nos comunicábamos en español. Eso era superbueno para nosotros, los sudamericanos. A la comida me adapté pronto; comíamos pasta, pollo, muchas proteínas”, dijo Méndez con una sonrisa.

Finalmente, el ecuatoriano habló acerca de la filosofía futbolística, que es el sello de fábrica de Países Bajos (tres veces subcampeón del mundo, en 1974, 1978 y 2010) y clubes de renombre como Ajax, Feyenoord y PSV Eindhoven, todos ganadores de la Champions League.

“Tienen una cultura de creer netamente en ellos y en lo que hacen. No cambian nunca su 4-3-3, no juegan de otra forma y te tienes que adaptar a ese sistema. Jueguen con quien jueguen, así sea el Liverpool, no te ponen cinco defensas ni cinco volantes. Ellos creen en su 4-3-3 y desde las categorías menores empiezan a trabajar de esa manera. Les meten en la cabeza que primero deben defender el balón, correr con el balón, sacarle la pelota al rival y con esa mentalidad trabajan todos los días. Me gusta muchísimo el fútbol ofensivo holandés y del defensivo me quedo con el italiano”, comentó el doble campeón de la Eredivisie con el PSV.

Con los de Eindhoven Méndez fue el primer futbolista ecuatoriano en jugar y marcar un gol en la Champions League. Antón contra el Arsenal en la victoria 1-0, en los octavos de final de ida de la temporada 2006-2007. (D)