En los últimos años, el concepto de sociedades anónimas deportivas (S. A. D.) ha cobrado protagonismo en el debate futbolero latinoamericano. Países como Chile, México, Brasil o España ya cuentan con clubes que se manejan bajo estructuras empresariales, mientras otros —como Ecuador— intentan, no sin resistencia, abrir el camino a un nuevo modelo de gestión que combine la pasión deportiva con herramientas del mundo corporativo.
¿Qué es una Sociedad Anónima Deportiva (S. A. D.)?
Una sociedad anónima deportiva es una figura legal que transforma a un club de fútbol —que tradicionalmente opera como una asociación civil sin fines de lucro— en una empresa con fines de lucro. Esto significa que el club pasa a tener accionistas, puede emitir acciones, atraer inversión privada y operar bajo las normativas mercantiles como cualquier empresa comercial.
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Esta estructura surgió con fuerza en Europa en los años 90, especialmente en países como España, donde se impulsó como una vía para mejorar la transparencia financiera de los clubes, muchos de los cuales arrastraban deudas millonarias.
¿Cómo funciona una sociedad anónima deportiva?
Cuando un club se convierte en sociedad anónima deportiva:
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- Se constituye legalmente como una empresa (sociedad anónima).
- Tiene un accionista mayoritario o múltiples inversores que toman decisiones según su porcentaje de propiedad.
- El club pasa a estar dirigido por una junta directiva empresarial, con un presidente, gerentes, y áreas profesionales como marketing, finanzas, etc.
- Puede ser vendido total o parcialmente, como cualquier empresa privada.
- En algunos casos, incluso puede cotizar en bolsa, como ocurre con Juventus (Italia), Borussia Dortmund (Alemania) o Ajax (Países Bajos).
En América Latina, el modelo ha tomado distintas formas, desde holdings empresariales como el Grupo Pachuca (que gestiona a León, Pachuca, Everton de Chile y Real Oviedo), hasta clubes brasileños que han sido adquiridos por fondos de inversión o consorcios extranjeros.
En Ecuador: entre el impulso presidencial y el freno legal
Ecuador es uno de los países donde el debate sobre las sociedades anónimas deportivas ha sido reciente, sin llegar a una resolución.
En 2024, el presidente Daniel Noboa presentó un proyecto de ley que permitía a los clubes transformarse voluntariamente en sociedades anónimas. La propuesta buscaba abrir el fútbol a la inversión privada, modernizar la gestión de los clubes y fomentar mayor control financiero.
Sin embargo, el Consejo de Administración Legislativa (CAL) rechazó calificar el proyecto por considerar que no tenía carácter de urgencia económica, por lo que nunca llegó al pleno de la Asamblea.
Luego, meses después, mediante la Sentencia n.º 51-25-IN/25 del 26 de septiembre de 2025, la Corte Constitucional del Ecuador declaró la inconstitucionalidad integral de la Ley Orgánica de Solidaridad Nacional, publicada en el Registro Oficial Suplemento n.º 56 del 10 de junio de 2025. El fallo señala que su aprobación violó principios esenciales del proceso legislativo.
Como resultado directo, todas las disposiciones de dicha ley —incluyendo aquellas que regulaban la creación de sociedades anónimas deportivas (S. A. D.)— quedaron sin efecto jurídico.También quedaron sin aplicación los artículos vinculados a nuevas obligaciones para las sociedades por acciones simplificadas (S. A. S.).
Actualmente, no hay ninguna normativa vigente que permita la conversión de clubes en sociedad anónima deportiva en Ecuador. (D)