La carrera futbolística de Byron Castillo tiene, además de los éxitos en el aspecto deportivo, tres episodios negativos que se repiten desde el 2015: ser marginado de equipos por sospechas acerca de su nacionalidad. Hace siete años el zaguero, que entonces militaba en el Aucas, fue contratado por Emelec, pero en julio del 2015 la dirigencia eléctrica deshizo la negociación. Los azules explicaron, en un comunicado que la decisión se tomó porque Castillo “no pasó los filtros” del club cuando la entidad investigó el origen natal del futbolista.

El lunes la Federación Ecuatoriana de Fútbol explicó que Castillo no fue parte de la lista de 26 jugadores que se entregó a la FIFA para que los registren para competir en la Copa del Mundo porque “podría poner en riesgo, no solo el avance de la Selección en este Mundial, sino incluso comprometer su participación en la siguiente edición, en virtud de las sanciones que impuso el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), sin fundamento jurídico alguno, han sido impuestas a la FEF”.

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Pero la marginación de Castillo, por decisión de la Ecuafútbol no es nueva para él. En enero del 2017 fue separado de la Tricolor que estaba a horas de debutar en el torneo Juventudes de América (sub-20) porque el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) alertó a la Federación de un “posible cambio de identidad” del lateral derecho y de John Pereira.

“Está confirmado que el jugador (Castillo) actuó en el Sudamericano sub-17, en marzo del 2015, con una cédula adulterada”, enfatizó el CPCCS.

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¿Alfaro iba a dimitir?

Tras conocerse la decisión de la dirigencia de no llevar a Castillo a Qatar se han difundido una serie de versiones que la FEF no ha confirmado ni negado. Mario Canessa, en su programa Los comentaristas, en radio Caravana, con base en información proporcionada por sus fuentes (“personas serias que conocen el tema”, aclaró), reveló que Alfaro puso su cargo a disposición al no estar de acuerdo con sus empleadores, que son los directivos de la Ecuafútbol, que resolvieron que Castillo no fuera parte de la lista de los 26 mundialistas.

“Espero que tengan tiempo para soldar estas diferencias y así afrontar un compromiso tan importante como el que tenemos ya este domingo (el partido inaugural del Mundial 2022, contra Qatar)”.

Como con Vinicio Luna

En redes sociales se ha mencionado que el plantel nacional está deprimido por la ausencia de Castillo y que aquello podría afectar el desempeño de Ecuador en la Copa del Mundo del 2022. Algo similar se mencionó en el 2006 cuando Vinicio Luna, coordinador de la FEF, fue arrestado acusado de presunto tráfico de personas.

Que la Tricolor se iba a desconcentrar en Alemania 2006, se repitió en diversos medios -y también deslizaron esa posibilidad algunos dirigentes federativos- porque Luna era “el alma de la Selección”, casi “un padre para los futbolistas’'. Sin embargo, el equipo que dirigía Luis Fernando Suárez avanzó hasta octavos de final de esa Copa del Mundo.

“Los jugadores están para obedecer las disposiciones, no para entrar en el ‘déjame opinar a mí porque yo quiero esto’, o hacer los famosos grupos que exigen que ‘si no va este me voy yo’. Eso es inconcebible, pero así somos”, dijo Canessa, que en la era de Carlos Coello al mando de la Ecuafútbol presidió la Comisión Nacional de Selecciones.

Respecto al supuesto ambiente depresivo en la Selección de Alfaro y a los vaticinios tremendistas sobre un eventual pobre desempeño de Ecuador en Qatar, todo a causa de la tristeza del plantel porque Castillo fue separado, la historia de los mundiales tiene varios casos de futbolistas que quedaron al margen de la nómina final y no se derrumbaron anímicamente. Al contrario.

Hasta a Maradona lo cortaron

El 29 de mayo de 1978, a dos semanas del arranque del Mundial de Argentina, César Luis Menotti informó que la nómina de 25 futbolistas se reducía a la definitiva, 22. Uno de los que no sobrevivió al corte fue Diego Maradona (los otros fueron Humberto Bravo, Víctor Bottaniz, quien muchos años después trabajó en las divisiones menores de Liga de Quito).

‘El día más triste de la selección’, fue el título de la revista El Gráfico a su noticia sobre la salida obligada del trío de futbolistas. Superada la pena inicial y despedir a sus compañeros al irse de la concentración, Argentina se enfocó por completo en su debut contra Hungría. No hubo tiempo para el llanto -y Maradona ya era una estrella juvenil y la mayor promesa del balompié de su país- y aunque con muchas complicaciones la albiceleste se impuso 2-1 en su debut, en Buenos Aires.

Romario, Gareca y Fillol

Otro caso de bajas en una delegación mundialista también tiene a Argentina como protagonista. En toda la eliminatoria a México 1986 el arco gaucho fue defendido por Ubaldo Fillol (campeón en 1978) y el gol del agónico empate 1-1 con Perú, resultado que clasificó a Argentina, lo marcó Ricardo Gareca. Ninguno de los dos estuvo en la lista final que confeccionó Carlos Bilardo. De reclamos, llanto, depresión, tristeza, de concentraciones, lamentos, exigencias al DT o la dirigencia por parte de los 22 escogidos nunca se tuvieron noticias.

Romario quedó fuera de la escuadra de Brasil para el Mundial 2002, pese a que el formidable delantero jugó en la eliminatoria. Hubo reclamos de un sector del periodismo deportivo, pero no la selección auriverde. (D)