No todo tiene que ser fútbol. Lo digo porque, de seguro, todos esperan un comentario elogioso sobre la victoria de la Selección sobre Bolivia en el partido jugado el jueves. Dos factores trascendentes tiene este partido. Primero, los puntos obtenidos que afianzan a Ecuador en la aspiración de lograr un cupo a Catar 2022; y luego, volvió la Tricolor a Guayaquil, lo que en el siniestro tiempo del entonces ensalzado Luchito se consideraba un sacrilegio. Hoy que nuestros futbolistas juegan en el llano, en su mayoría, el argumento de la altura perdió relevancia y hasta puede obrar contra el rendimiento óptimo de los seleccionados. Dejemos el fútbol a un lado. Hablaremos de ello tras la triple fecha.