Julian Naggelsmann mira al banco y echa mano a Alphonso Davies, Thomas Müller y Serge Gnabry. Christophe Galtier necesita hacer un cambio, gira su cabeza y no ve a nadie potable, los que están sentados no pueden darle soluciones porque juegan menos que los titulares. He ahí la diferencia esencial entre el Bayern Munich y el Paris Saint-Germain. Además de los once cracks que tiene en campo -todos contrastados y de alto rendimiento-, el técnico alemán dispone de esos tres fenómenos. Y aún le quedan Manuel Neuer, Lucas Hernández y Sadio Mané -lesionados- Daley Blind y Mazraoui, que fueron figuras en el Mundial para Holanda y Marruecos respectivamente. Tiene siempre 20 ó 22 profesionales de máximo nivel porque disputa hasta el final todas las competiciones.