Cuarenta y tres goles el martes en nueve partidos (4,8 de promedio), 28 el miércoles, también en nueve juegos. Una tormenta de goles se abatió sobre Europa esta semana, con resultados de 7-2, 6-1, 6-2, 5-1, otro 5-1, 4-2, 4-0, 3-1… Y no era tenis, era Champions League. Vale desgranar lo más sustancioso y empezar por…
* EL CAMPEÓN. Nunca un equipo alemán había recibido, como local, siete goles en copas europeas, cualquiera de ellas. Fue el Paris Saint Germain y le hizo 7 al Bayer Leverkusen, la sensación de Europa en la temporada 2023-2024. Tuvo un apagón el PSG en la final del Mundial de Cubes, pero sigue poniendo muy alto el listón y amenaza con repetir el título. ¿Cómo se le juega a un equipo que ataca todo el tiempo sin parar, en cualquier cancha y contra cualquier rival…? ¿Es mérito del técnico o de la riqueza de su plantel…? De Luis Enrique, sin duda. Ya tuvo cantidades de estrellas el club parisino, pero ningún otro entrenador lo hizo jugar así. Es nuevamente el supercandidato a vencer.
* EL ENEMIGO. Al platal que había invertido el Arsenal en los últimos años (1.200 millones de dólares en total desde la asunción de Mikel Arteta como DT en 2019), esta temporada agregó ocho fichajes para completar una nómina fabulosa, entre ellos el goleador sueco Viktor Gyökeres y el centrocampista vasco Martín Zubimendi. Tiene 22 profesionales de primer nivel. Y se ha tornado un equipo inaguantable. Barrió al Atlético de Madrid 4 a 0. Es temible en pelota parada, por los centros precisos y porque tiene algunos cabeceadores infernales como el brasileño Gabriel Magalhaes y el también vasco Mikel Merino, entre otros. Ya el año pasado estuvo cerca, barrió al PSV Eindhoven y al Real Madrid. Este año debería estar definiendo el título.
* EL GOL. En 71 goles que se dieron en esta tercera fecha de Champions hubo varios muy buenos. Nos quedamos con el de Gabriel Martinelli, segundo del Arsenal, por la internada de Lewis-Skelly, un magnífico lateral izquierdo de 19 que veremos con Inglaterra en el Mundial, y por la definición de primera del brasileño al segundo palo. Todo a velocidad supersónica. Para los rivales de Brasil, tal vez sería mejor que Ancelotti ponga de titular a Vinícius y no a Martinelli en Estados Unidos.

* EL GOLEADOR. Erling Haaland es, de lejos, el mejor centrodelantero del fútbol actual. El domingo, el Manchester City venció 2-0 al Everton con dos tantos del Androide, el martes le hizo otro al Villarreal en España. Define de mil maneras diferentes, y en todas bien. Parece tener una solución para cada problema que le plantea la jugada. A diferencia de Mbappé, erra muy muy poquito. Le pueden tapar alguna, se le puede ir otra por centímetros, pero lo más seguro es que la bola vaya adentro. Recién va por las 325 anotaciones, aunque le faltan diez o doce años de carrera. Podría llegar a 800 o 900 tantos. En Champions, el máximo artillero es Cristiano Ronaldo con 140 goles en 183 presentaciones (a una media de 0,77 por juego); Haaland suma 53, pero en 51 apariciones (1,04, récord). Impresionante. Y le queda mucho carretel.
* EL DEBUT. Con la red, de Lennart Karl, un chico alemán de solo 17 años y 1,68 metros, volante ofensivo, hábil, rápido, de estilo agresivo. En su noveno partido y debut como titular marcó el primer gol de su carrera. Tremendo gol. Arrancó a mil desde el medio campo, pasó entre tres rivales y mandó un zurdazo alto a un ángulo. Inatajable. Iban cinco minutos y puso al Bayern Munich 1-0 ante el Brujas. La ignorancia mundial dirá: “Claro, pero al Brujas…”. Un jugador que marca un gol así tiene que ser bueno de verdad. Comenzaremos a seguirlo. Aplausos para Vincent Kompany, que se atrevió a darle pista a un chico tan joven. Es de técnicos valientes.
* EL PREMIO. En el 6 a 1 del Barcelona al Olimpiakos (resultado ciertamente mentiroso, no era para tanto, el árbitro influyó) marcó su primer triplete el volante-delantero culé Fermín López Marín, Fermín nomás para el fútbol. Un elemento fantástico, que exuda positivismo, entusiasmo, frescura, ganas. Y gol. Antes de comenzar la temporada se vivió un novelón, pues el Newcastle inglés puso sobre la mesa una oferta en firme por él de 100 millones de euros. El Barça, endeudado hasta las orejas (se rumorea que su pasivo roza los 5.000 millones de euros), dudó bastante, estaba dispuesto a aceptar, pero Fermín, dueño de un barcelonismo a prueba de cañonazos, dijo no: “Me quiero quedar”. Los hinchas, felices. Le cuadruplicaban el sueldo, también lo alejaban de su club, de su amor color azul y grana. Y de los títulos. Ya ha ganado el triplete con el Barça, la Eurocopa y los Juegos Olímpicos con la Roja. El único que no festejó fue el Real Madrid. Diez o doce años con Fermín de contrario pueden ser muy contraproducentes. Es crack.
* EL INTRUSO. El ascendente Newcastle de Eddie Howe, con un Anthony Gordon cada vez más consolidado, le dio una tunda al Benfica de José Mourinho, que en un mundo lleno de goles aparece más desfasado temporada tras temporada. Benfica va último sin puntos tras perder sus tres partidos (uno de ellos de local ante el Qarabag de Azerbaiyán). Mou, que viene de ser despedido en los últimos cinco clubes donde dirigió, es el hombre que más dinero ha ganado en el fútbol en concepto de indemnizaciones. Puede que en Benfica reciba la sexta. No le encuentra la vuelta al juego de hoy, en el que todos atacan. A él le fue bien con su fórmula defensiva. Pero le dan salida de un lado y todos los clubes que andan mal confían en que los sacará del pozo. Y lo contratan. Veremos cómo termina esta vez.

* EL DESCONOCIDO. La Juventus perdió apenas 1-0 ante el Real Madrid en el Bernabéu. Y tuvo varias chances de empatar, aunque también los blancos pudieron ganar por más. Pero extrañó la pobreza del otrora rey del Calcio, siempre con nombres importantes. La Juve va 25.ª en la tabla. Presentó un equipo que parecía de Primera B, sin figuras, lejos de aquella grandeza. Jugar contra la Vecchia Signora era tener que frenar a Platini, Zidane, Baggio, Del Piero, Trezeguet, Nedved, Pirlo, Dybala, Di María, Arturo Vidal, Cristiano Ronaldo, o enfrentar a Cannavaro o hacerle un gol a Buffon. Hoy, nada, ni una sola figura para destacar. Incluso en el gol del Madrid, cuatro juventinos rodeaban a Vinícius a cincuenta centímetros, ninguno estiró la pierna ni intentó trabar o ir a los pies del brasileño, taparle el tiro, ninguno atinó a nada. Vini remató, la bola dio en el palo y del rebote, Bellingham convirtió. Nunca destacó por los delanteros el fútbol italiano, pero eran notables en la marca. Si Maldini o Baresi estaban viendo el partido se habrán querido morder los labios.
* EL DATO. Juegan seis ingleses en esta edición de Liga de Campeones: Liverpool, Arsenal, Manchester City, Newcastle, Chelsea y Tottenham. Los cinco primeros ganaron, cuatro de ellos golearon, y el Tottenham empató a cero con el Mónaco en el Principado. A tener en cuenta.
* LO BELLO. Vimos tres partidos de la doble jornada y repasamos los resúmenes de todos los demás. Nos quedó en las retinas el marco en los 18 estadios: campos impecables, inmaculados, tribunas a rebalsar, emoción sin límites, aun en públicos como holandeses o alemanes, que en general se los piensa menos eufóricos. Muy bonita Champions, casi nunca decepciona. (O)




























