En 1955 me inicié en el deporte en el Colegio Nacional Vicente Rocafuerte. Ese mismo año me afilié a LDE, cuya divisa defendí como juvenil, sénior y máster por 45 años. La piscina Olímpica fue mi segunda casa y vuelvo a ella cada vez que puedo, o me dejan, porque ‘la Nueva Era’, mientras duró, me prohibió el acceso en castigo por las críticas a ese período funesto y desdichado de la historia de Fedeguayas.