Después de un domingo futbolero, mientras caminábamos de regreso a casa y recordábamos jugadas, voladas espectaculares y goles, también discutíamos si en la semana iríamos a ver el básquet o el boxeo amateur o profesional en el coliseo Huancavilca y más tarde en el Voltaire Paladines; si tendríamos que postergar un compromiso familiar para asistir a los duelos apasionantes del béisbol en el Reed Park o en el Yeyo Úraga.

























