La participación de Chile en las eliminatorias para el Mundial Qatar 2022 fue un estruendoso fracaso; en la tabla de posiciones fue séptimo, con 19 puntos. Con la eliminación se les vino abajo el favoritismo con que dirigencia y prensa de ese país pronosticaron una clasificación directa. Nunca se dieron cuenta de que algunos miembros de su denominada Generación Dorada, ganadores de dos ediciones seguidas de la Copa América, no debían ser titulares a toda costa. Olvidaron a sus sucesores, postergados por un temor reverencial que se creó respecto a ellos en el ambiente futbolero chileno.