El 5 de abril de 1914, las selecciones de fútbol de Italia y Suiza igualaron 1 a 1 en un duelo amistoso disputado en Génova. El cotejo no dejó mayores recuerdos, pero la estadística lo registra como el primero donde un sudamericano jugó para un combinado europeo: se trataba de Eugenio Mosso, argentino, gran figura del Torino. Recién tenía 19 años. También fue el primer extranjero en vestir la Azzurra. Mosso padre era un italiano que se había radicado en Mendoza y tuvo siete hijos. Muchos años después decidió retornar a la madre patria y los muchachos, que ya jugaban en canchas mendocinas, se alistaron en el Torino. Eugenio, Julio, Benito y Francisco jugaron años con la camiseta granate del Toro.