¿España por su juego…? ¿Francia por sus nombres…? ¿Repetirá Argentina…? ¿Brasil después de 24 años…? ¿Inglaterra tras seis décadas…? ¿Se recuperará Alemania…? ¿Será, por fin, Holanda…? ¿Es la hora de Portugal…? ¿El increíble Japón…?

La Noruega de Haaland… El ascendente Marruecos, Croacia, Colombia, Bélgica, Ecuador, Uruguay…? ¿O de otro nombre que ni imaginamos…? Ser campeón de cualquier torneo es muy difícil, ganar un Mundial multiplica el grado de dificultad hasta límites insospechables.

E instalarse en el grupo de los campeones puede llevar un siglo, aunque se tenga un fútbol importante o se atraviese un momento feliz. En rugby sucede algo parecido. Alcanzar cierta competitividad en el alto nivel puede demandar décadas, ganarles a los All Blacks (selección de Nueva Zelanda), a los Springboks (Sudáfrica) o los Wallabies (Australia) tal vez le lleve cien años a un medio emergente.

Y ahí no juega solamente el biotipo, juegan la tradición, la mente, la astucia ancestral para desnivelar al rival.

¿Quién puede llevarse el primer Mundial en tres países y de 48 equipos…? Todas preguntas sin respuesta, lo que alimenta la expectativa. Nunca se había dado que un Mundial presentara 16 o más selecciones fuertes. No digamos todas con posibilidades de título, sí de poder ganarle a cualquier rival. Esto no tiene que ver con el aumento del número de equipos sino con la evolución del fútbol en todo el mundo.

Cada vez hay más selecciones capaces de tumbar a cualquiera de los grandes. Pero tumbar a dos o tres es una cosa, ser campeón, otra muy distinta. A la complejidad histórica debe agregarse otra: ahora habrá que superar ocho partidos para alcanzar la corona. Con el agravante de que se suma una fase de eliminación directa: dieciseisavos de final. Es como atravesar un campo minado.

Electrocables Barraza

¿Cuáles son las claves para avanzar hasta la cima…? Hay varias: 1) Como siempre, poseer un equipo formidable y que alcance su mejor momento entre junio y julio del año próximo. 2) No sufrir lesionados importantes. Es decir, si a España se le lastiman Pedri y Lamine Yamal durante el torneo, se le podría poner el viento en la puerta. 3) Ser cabeza de serie para no tener que compartir grupo con otro equipo de la misma envergadura. 4) Ganar el grupo para tener una ruta más accesible que si se sale segundo.

Según casi todas las casas de apuestas del mundo, España es la superfavorita para alzar el trofeo más deseado del deporte. La Roja paga 6,80 euros por cada uno apostado. Le siguen Francia y Brasil (ambos 7,40), Inglaterra (8,50), Portugal (11,70), Alemania y Argentina (12). (Conociendo la mente de los futbolistas argentinos, que los den en séptimo lugar siendo campeones del mundo será un estímulo fantástico para salir a devorar rivales). Luego aparecen Uruguay (18), Holanda (22) e Italia (26), aunque la Azzurra aún no clasificó.

Electrocables Barraza

Luego está lo que dice la pelota: el juego. España encabeza las preferencias de casi todos los analistas justamente por juego, por ensamble, por afán ofensivo y por ese estilo de tenencia que impide que el rival entre en contacto con la bola. Y tanto virtuosismo con la herramienta lleva a que cualquiera pueda hacer gol. También están las individualidades. Pedri es posiblemente el mejor futbolista actual.

Es el sosias futbolístico de Xavi Hernández, quizás con más gol. Y estamos hablando de quien fue el mejor español de la historia. Pero también están Rodri, Lamine, Nico Williams, Zubimendi, Mikel Merino, Oyarzábal... Le sobra. Y un agregado: están en un momento y una edad perfectos para dar el golpe. Viene de ganar la Eurocopa, ya han dado una prueba de qué son capaces.

Ubicamos en segundo lugar a Argentina por su carácter, su gen competitivo, por lo que significa Messi para el grupo y para el equipo. Si bien algunos de sus referentes ya están grandes, le han aparecido algunas variantes como Thiago Almada, Balerdi (zaguero y capitán del Olympique de Marsella), Nico Paz... Y está Scaloni de la raya de cal hacia afuera, un plus notable.

Luego Francia, por la cantidad de nombres, encabezados por Mbappé, Dembélé, Barcola, Doué, Marcus Thuram y dos decenas más que invaden los grandes clubes europeos. Francia viene de ser campeón y subcampeón mundial con muchos de estos nombres. Eso dice mucho, aunque su técnico promueva un juego más especulativo que de ataque.

Es imposible no mencionar a Brasil, con Ancelotti a la cabeza. Su capacidad para armonizar vestuarios y extraer lo mejor de los jugadores puede reconvertir el presente gris de la Verdeamarilla. Y si existe un país que sabe cómo competir en los mundiales, ese es Brasil.

Detrás ubicamos a Portugal. Viene arrimando cada vez más. Posee una veintena de figuras que militan en los clubes más prestigiosos, como Vitinha, Bruno Fernandes, Bernardo Silva, Ruben Dias, Nuno Mendes, Pedro Neto, Rafael Leão, João Neves, João Felix… Y, por supuesto, Cristiano Ronaldo. Otro que nunca ganó pero está siempre para el sorpasso es Holanda, plagado de excelentes elementos y con un funcionamiento similar al de España: juego por abajo, mucho toque y vocación de ataque.

Inglaterra también presenta un ramillete de talentos importantes, encabezados por Harry Kane. El problema de los inventores del fútbol es su inocencia táctica, casi siempre capitalizada por sus rivales. Pero llega bien y con un DT ganador como Thomas Tuchel. Alemania es una incógnita.

Más allá hay que remitirse a las sorpresas: Japón, Haaland trayendo al hombro a Noruega, el cada vez más respetable Marruecos, Croacia, Colombia, Bélgica, Ecuador, Uruguay… Aunque estos parecen estar más para hacer algún daño que para dar la vuelta olímpica. Nos queda la impresión de que un día no lejano Japón para impactar al mundo. Juegan muy muy bien. No es para nada anormal que en la semana le haya ganado a Brasil (3 a 2). En el Mundial de Qatar bajó a España y Alemania. Cada vez es más común que les gane a todos.

“Hay que prestar atención a la revolución de África del Norte, por primera vez los cuatro grandes de esa zona clasifican a una misma Copa del Mundo: Marruecos, Túnez, Argelia y Egipto. Alguno de ellos va a hacer algo importante”, dice Javier Minniti, periodista venezolano radicado en Uruguay. “En una Copa del Mundo que va a ser mucho más calurosa que la que se jugó hace 31 años. Y ellos están acostumbrados a ese clima”, agrega.

Rodolfo Chisleanschi, periodista de La Nación de Buenos Aires, aporta otro nombre: “Noruega pide pista. Si todos sus delanteros llegan bien, tiene un poder goleador apabullante. No le dará para ser candidato pero si el fixture lo ayuda será un hueso durísimo para cualquiera”. Dos de esos artilleros son Haaland y Sorloth, el gigante del Atlético de Madrid. Con Martin Odegaard de atrás orquestando jugadas.

“Considero que hoy hay cuatro selecciones candidatas: España, Argentina, Francia e Inglaterra”, arriesga José Luis Pierrend, estadígrafo peruano residente en Estados Unidos. “En un segundo nivel pongo a Portugal, Holanda, Marruecos, y por historia más que por presente, a Brasil y Alemania.

Como tapados que pueden llegar lejos con un buen sorteo y rivales asequibles: Noruega, Japón, Colombia. Y quizá haya un cuartofinalista o hasta semifinalista que no está en los pronósticos previos como ocurrió con Croacia en los últimos dos mundiales.

¿Será uno de los locales y en particular Estados Unidos…?”. La dejó picando… Faltan ocho meses, ni poco ni mucho. Este es un panorama hoy. (D)