Los números, en general, son lamentables. Y las estadísticas, respecto a ubicación en la tabla de posiciones (partidos ganados, empatados y perdidos), no se pueden rebatir: están entre las peores en las dos últimas décadas, reflejan lo mala que fue la campaña de Emelec en el 2023.

Basta mencionar varios ejemplos para confirmar lo paupérrimo de la campaña: tras quince clasificaciones seguidas, los eléctricos no competirán en ningún torneo de Conmebol en el 2024, en la tabla acumulada terminó undécimo entre 16 competidores, y en la primera y segunda etapa de la Liga Pro no peleó por asegurarse un cupo en la final, sino por evitar el descenso.

Ese último aspecto fue uno de los más complicados de solucionar y le correspondió hacerlo al colombiano Hernán Torres, quien llegó para reemplazar a Miguel Rondelli cuando faltaban dos jornadas para que culminara la fase inicial del certamen.

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En la rueda de prensa, luego de la victoria millonaria 2-1 sobre Deportivo Cuenca, el domingo en el estadio George Capwell, Torres dijo: “Nosotros llegamos aquí, al equipo, a un punto del descenso y hoy estamos a doce o trece puntos. Estamos en el sexto lugar de la segunda fase. No es excelente, pero tampoco es malo”.

En realidad, en la tabla acumulada, que es la que determina las pérdidas de categoría, Emelec acumuló 36 unidades de 90 posibles. Quedó a catorce puntos del colista Guayaquil City y a once del Gualaceo, ambos de viaje rumbo a la serie B para el 2024.

No obstante, de las colocaciones en la acumulada también se puede hacer otra lectura. Y es inquietante. Con sus 36 unidades Emelec quedó a 26 del líder general, que es Liga de Quito (62). Y respecto al segundo, su tradicional adversario, Barcelona SC, los azules se sitúan a 22 puntos.

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Agregó Torres en su comparecencia lo siguiente: “Fue un semestre muy difícil, muy complejo, con muchas dificultades. Pero hay que darle gracias de nuevo a Dios y a los jugadores, que reaccionaron, que metieron, que lucharon”. (D)