Emelec vive una compleja crisis institucional que ya tiene efectos visibles en su rendimiento deportivo. La derrota 2-0 ante Aucas en el estadio George Capwell no solo lo aleja de la lucha por un cupo a la Copa Sudamericana, sino que expone un malestar profundo en el plantel por salarios impagos.
Los jugadores del Bombillo han acumulado meses de retraso en sus sueldos. En varios comunicados públicos han denunciado que hay compañeros con deudas de tres, cinco, siete y hasta ocho meses.
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La gota que colmó el vaso fue tras la derrota ante el Papá: los futbolistas decidieron no entrenar un lunes por la tarde, luego que la dirigencia prometiera un abono, que al final no se concretó.
Los jugadores salieron del polideportivo Los Samanes sin realizar trabajos, mostrando su frustración por la falta de cumplimiento de la directiva.
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Acusaciones cruzadas entre plantel y directiva
La crisis actual no surgió de un día para otro. Semanas atrás ya se había producido un fuerte cruce entre el plantel y la dirigencia de Jorge Guzmán por la misma razón: los atrasos salariales.
En ese entonces, la directiva aseguró públicamente que estaba realizando pagos y abonos para disminuir la deuda, pero el plantel emitió un comunicado refutando esas afirmaciones. En aquel documento los jugadores detallaron incluso el número de meses adeudados por futbolista, exigiendo transparencia y cumplimiento.
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Ese conflicto marcó el inicio de una serie de tensiones internas que, con el paso de las semanas, nunca llegaron a resolverse. Y aunque Guzmán insistió en su momento en que todo se trataba de un “malentendido administrativo”, los reclamos no desaparecieron.
Por el contrario, sirvieron como precedente para entender la molestia acumulada que desemboca ahora en nuevas paralizaciones de entrenamientos y decisiones drásticas del plantel.
Analistas y exfiguras del club han señalado que podría ser momento de una reestructuración profunda. La pregunta que empieza a resonar entre hinchas y voces del medio es si será suficiente ajustar las políticas administrativas o si es necesario pensar en una nueva dirigencia, con elecciones anticipadas, para devolverle estabilidad al Bombillo.
‘Para administrar a Emelec se necesita dinero’
Uno de los que se pronunció al respecto fue Carlos Ramón Hidalgo, exjugador del club, quien no ocultó su preocupación por la situación y puso énfasis en la necesidad de solvencia económica real para administrar a un club como Emelec.
“Cuando se habla de estar preparado, yo creo que hoy, para poder dirigir a una institución tan grande como la de Emelec, debes tener dinero. Yo creo que de ahí parte todo. Es necesario tener dinero para poder solventar los problemas de liquidez y poder sacar adelante las problemáticas que hay en la interna; por ejemplo, situaciones de deuda con exjugadores, sueldos al día”, afirmó.
El exfutbolista añade que asumir un club en crisis financiera requiere no solo valentía, sino un respaldo administrativo fuerte y una estructura seria: “Lamentablemente, hoy en la parte institucional la dirigencia carga con un peso por las malas administraciones anteriores. Es de valientes asumir un club así con tantos problemas, pero yo creo que hoy, si la dirigencia no está haciendo un buen trabajo y no está a la altura de los resultados, lamentablemente se tiene que dar un paso al costado”.
Sin embargo, Hidalgo también considera que, si Guzmán se mantiene firme en el cargo —como él mismo ha reiterado— debería reforzar su equipo de trabajo. “Si el presidente va a continuar debe estar mejor asesorado y rodearse de personas que puedan invertir. Emelec necesita dinero hoy más que nunca”, sentenció. (D)