Al Club Sport Emelec le resta un partido -será de trámite, este domingo contra Deportivo Cuenca- para terminar una temporada desastrosa. Los azules evitaron cerrar su terrible campaña con la no presentación del primer plantel a ese duelo en el estadio George Capwell. El viernes anterior los jugadores se negaron a entrenar y tras una charla en el centro de la cancha del complejo de Los Samanes se retiraron a los vestuarios. Fue la manera elegida para protestar porque la dirigencia se atrasó en el pago de los salarios.

Los futbolistas millonarios, según filtraciones surgidas desde el interior de la plantilla, de no recibir sus respectivos sueldos habrían tenido la intención de no concentrarse e incluso existía el riesgo de que no se presentaran a jugar contra los azuayos, lo que implicaría sanciones económicas para la institución, más allá de la pérdida de puntos.

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Sin embargo, Emelec sí saltará a la cancha del Capwell este domingo (18:00) y está concentrado. Así lo informó el departamento de prensa eléctrico, que explicó esto: “Los valores acordados fueron cancelados el día de hoy (viernes); un trámite bancario produjo una demora que ya fue subsanada”.

¿Alguna vez un plantel de jugadores de Emelec decidió no presentarse a jugar un compromiso? Hay un antecedente al respecto y como ahora todo se originó porque la dirigencia se atrasó en cumplir los compromisos adquiridos.

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Huelga de 1982

El viernes 6 de agosto de 1982 los futbolistas de Emelec anunciaron que estaban en huelga y que 48 horas después no iban a enfrentar al 9 de Octubre si los dirigentes millonarios no les pagaban por lo menos una de las cuatro quincenas adeudadas. “Hemos agotado todos los esfuerzos por conseguir el dinero para pagarles a los jugadores, pero no ha sido posible. Todas las puertas se nos cerraron (...), la precaria situación de la Comisión de Fútbol nos impide satisfacer los deseos” de los futbolistas, declaró en Diario EL UNIVERSO el dirigente Cesáreo Carrera.

Los azules, dirigidos por el uruguayo Juan Eduardo Hohberg, no se presentaron en el estadio Los Chirijos, de Milagro. La Federación Ecuatoriana de Fútbol multó a Emelec con 100.000 sucres por esa ausencia, lo declaró perdedor por 2-0 y los dos puntos fueron para los octubrinos. Por exigir el pago de sus salarios los huelguistas fueron maltratados mediáticamente. Los llamaron “rebeldes”, se los acusó de “no tener cariño por la divisa” y según la directiva, gracias al paro “se emprendió una “renovación”, que en realidad no fue tal.

El proyecto de Emelec en 1982 se fue a pique muy pronto porque los directivos calcularon mal y a medio camino no tuvieron cómo sostenerlo económicamente. Ficharon a los zagueros Ecuador Figueroa –retornó luego de varias campañas exitosas en Liga de Quito– y Emilio Huayamabe, de 9 de Octubre. Llegaron los volantes Juan Ramón Silva (uruguayo, de Universidad Católica) y José Cabrera (argentino, campeón de la Copa Libertadores con Nacional de Montevideo, en 1980), y el atacante charrúa Daniel Godoy, venido de San Lorenzo. Las contrataciones emelecistas continuaron.

Jugadores pagaron multa

Del Bonita Banana, de Machala, arribaron Mario Ortiz, Pedro Bejarano, Enrique Cordero y Pedro Pablo Batallas. Ellos se unieron a la base que conformaban Lupo Quiñónez, Jesús Cárdenas, José Marcelo Rodríguez, Luis Alonso Pechito Torres, Stalino Sánchez, Juan Pastor Paredes, Wellington Valdez, Xavier Delgado Pineda y otros.

El 19 de agosto de 1982, tras dos semanas, diez huelguistas cedieron a las condiciones de los directivos para reintegrarse al equipo. Increíblemente los futbolistas de Emelec asumieron el pago de la multa por no presentarse ante 9 de Octubre, entre otros castigos monetarios con los que la directiva redujo el monto de lo adeudado. Eran, definitivamente, otras épocas.

Antes de llegarse a aquella extraña ‘solución’ Emelec enfrentó a la entonces superpoderosa Liga de Portoviejo de Mariano Biondi, Arístides Rodríguez, Omar Marchese, Orly Klínger, Ramón Márquez, Lorenzo Klínger y otras figuras, en el viejo Capwell, que tenía habilitada únicamente la tribuna de San Martín, destartalada en aquel entonces.

Las consecuencias

Con sus principales futbolistas en huelga, para recibir a Liga fueron inscritos varios jóvenes (pero no con edad de juveniles) y también algunos veteranos como el golero Enrique Chino Aguirre y el delantero Félix Sabando. Además, los argentinos José Lorant y Julio Bulacio fueron los primeros en declinar al paro. El 15 de agosto de 1982 Emelec igualó a 0 con los manabitas.

El DT interino Eduardo Macías alineó a Aguirre; Jimmy Rivas, Jorge Triviño, Lorant, Freddy Jurado; William Guerrero, Jaime Ron, Bulacio; Sabando (Gustavo Barzola), Mauricio Hurtado (Wagner Francis), Raúl Sánchez.

Tras la huelga no volvieron a Emelec Lupo Quiñónez, José Marcelo Rodríguez, Stalino Sánchez, Emilio Huayamabe, entre otros futbolistas que no aceptaron el acuerdo con los directivos. (D)