El 2025, el año del centenario de Barcelona Sporting Club, prometía ser una temporada en la que los éxitos iban a venir acompañados de la pasión y felicidad del hincha que iba a ver a su equipo pelear por todos los frentes; especialmente, en la Copa Libertadores, la espinita que tienen los canarios para concretar su grandeza.
El inicio de la temporada fue prometedor, como todas. Llegaron refuerzos, se fueron jugadores que ya habían cumplido su ciclo y en las voces de los aficionados se hablaba de un equipo que podía competir a nivel internacional.
Barcelona SC accedió a la fase de grupos de la Copa Libertadores luego de eliminar al poderoso Corinthians, con un presupuesto de más de 100 millones de dólares, goleándolo 3-0 en el Monumental Banco Pichincha; aunque luego perdió 2-0 en Brasil y estuvo al borde de que se iguale la serie.
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La debacle comenzó a raíz de que los resultados no comenzaron a darse debido a la decaída individual del plantel, que tampoco mostraba un desempeño colectivo establecido bajo la dirección técnica del exseleccionado ecuatoriano Segundo Alejandro Castillo.
La primera piedra en el camino fue haberse quedado sin torneos internacionales prematuramente. Quedó último en su grupo, por lo cual tampoco accedió al playoff de la Copa Sudamericana. Barcelona SC no pudo cumplir el objetivo, que era acceder a octavos de final, o en el peor de los casos, no perder la participación a nivel internacional yendo a la Sudamericana.
Cinco técnicos en dos años
Entre 2024 y 2025 el Ídolo del Astillero ha tenido cinco entrenadores: Diego López, Germán Corengia, Ariel Holan, Segundo Castillo e Ismael Rescalvo, actual adiestrador torero. Ninguno de los anteriores tuvo estabilidad y a medida que los resultados se fueron apagando, se decidió finiquitar su vínculo.
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Esa inestabilidad es la que hoy se pretende evitar con Rescalvo, que aunque ha mostrado mejoras en el funcionamiento, los resultados no lo han acompañado del todo. Tanto así que los hinchas están furiosos y muchos de ellos ya piden su salida tras la goleada sufrida en condición de local ante Independiente del Valle por 3-0 en la primera fecha del hexagonal principal.
Este resultado aleja significativamente a Barcelona SC de su posibilidad por pelear el título. En medio del camino se suma una eliminación en Copa Ecuador ante Cuenca Juniors, un equipo de segunda categoría. Es decir, el equipo guayaquileño llegó a octubre prácticamente sin chances de pelear por una copa.
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Y lo que provoca más desazón en la afición torera es que esto se da en el año del centenario, en el que al principio hubo mucha ilusión.
Actualmente se remarcan muchos problemas de forma, pero no de fondo. La problemática viene desde hace unos 25 años con personajes que no han liderado el club como una verdadera institución deportiva, acrecentando las pérdidas y no generando ganancias.
¿Qué ha pasado en ese tiempo? Es lo que deberían preguntarse los socios, aunque lamentablemente a las asambleas se sigue ausentando la mayoría.
“Tu palabra como socio no vale, mandan los eruditos de turno”, le respondió un abonado del club a un periodista de este Diario en su cuenta de X. Es difícil cuando menos del 10 % de los socios asiste a las asambleas.
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Sin proyecto de formativas
Uno de los principales inconvenientes está en la ausencia de un trabajo sólido en las divisiones formativas. El club carece de infraestructura moderna y centros de entrenamiento adecuados para el desarrollo de sus jóvenes talentos.
El último jugador con proyección internacional surgido de la cantera fue Allen Obando, quien pese a haber sido transferido al Inter Miami de la MLS, no ha logrado continuidad.
Más allá de eso Barcelona SC no es un equipo que se ha caracterizado por generar ingresos importantes por venta de jugadores. Equipos como Independiente del Valle, Liga de Quito u Orense SC lo han superado en infraestructura juvenil y en ganancias, por supuesto.
Hay juveniles formando parte del primer equipo, pero ese no es el verdadero trabajo si no juegan, y, cuando lo hacen, no marcan ninguna diferencia; un mal partido los condena para el futuro.
Independiente del Valle ha movido más de 100 millones de dólares en venta de jugadores formados por su cantera.
Sin contar otro tipo de ingresos como el participar constantemente a nivel internacional y, sobre todo, ganar las copas (tiene dos Sudamericanas y una Recopa), auspiciantes y demás.
Cifras que podrían pagar la deuda histórica de Barcelona SC, que llega casi hasta los 52 millones de dólares, pero nunca se hizo una verdadera gestión, solo se aumentó el pasivo.
Mal mercado de fichajes
A esto se suman los fichajes desacertados, con incorporaciones que no han rendido lo esperado. Regresos de jugadores como Byron Castillo o Xavier Arreaga, cuyos rendimientos no han sido lo que esperaba la hinchada y lo que requería el club en este año de matiz especial.
O jugadores como Aníbal Chalá, Janner Corozo y Johnny Quiñónez, que no pueden alcanzar el nivel de otras temporadas.
Y esto se da, en gran parte, porque Barcelona SC no es un equipo que forme futbolistas ni que se sostenga en su cantera; más bien, es una institución que invierte grandes sumas en jugadores que, en muchos casos, terminan demandando al club, generando problemas económicos y administrativos que agravan la situación.
Foráneos que no suman
Se fichan jugadores del momento, sin importar la edad, muchos de ellos sin proyección a futuro. Cuestan mucho, dejan poco, casi nada, o una jugosa demanda.
Extranjeros que brillaron en otros equipos hace muchos años y que no terminan siendo un aporte real para Barcelona SC. También llegaron buenos.
En los últimos cinco años, los amarillos contaron con jugadores extranjeros como Damián Díaz, Gabriel Marques, Javier Burrai, Jonatan Álvez, Emmanuel Martínez, Juan Dinenno o Gonzalo Mastriani.
Pero también llegaron Alejandro González, Sergio López, Jonatan Bauman, Agustín Rodríguez, Mathías Suárez o Edward Bello, cuyos nombres no se recuerdan en lo futbolístico y la hinchada no los tiene en la retina; pero ellos sí, para cobrar su finiquito de contrato.
La plantilla 2025 cuenta con jugadores como Gastón Campi, Brian Oyola, Joaquín Valiente o Leonai Souza, que si bien han respondido, no ha sido a la altura de jugadores que en el pasado vistieron la divisa oro y grana.
Se salva el delantero uruguayo Octavio Rivero, que a punta de goles, entrega, buen juego y sacrificio, se ha ganado el cariño de la hinchada y fue aplaudido pese a la expulsión ante Independiente.
Mismos problemas
Son las adversidades de los últimos 25 años, al menos. La dirigencia actual es igual de responsable que las que estuvieron antes e inflaron un pasivo que hoy le impide al equipo poder desarrollarse con normalidad.
Esta situación, lamentablemente, ha dividido a Barcelona SC en dos partes: la marca que vende en todo el país y el primer equipo de fútbol, que deportivamente no responde.
Más allá de lo que se pretenda transmitir, la realidad es que en la actualidad Barcelona SC no puede armar una mejor plantilla que Liga de Quito o Independiente del Valle, porque no tiene el presupuesto y esos otros equipos tienen uno superior porque su modelo de gestión es de primera.
Barcelona SC no tiene el presupuesto para fichar a un entrenador de la talla de Tiago Nunes o de Javier Rabanal, exasistente técnico de Ruud van Nistelrooy; aunque quizás el club no está listo para ese tipo de entrenadores... habrá que preguntárselo a Ariel Holan, el actual mejor estratega de la Liga Profesional argentina, que venció a River Plate el pasado fin de semana.
“El tiempo lo dirá”, dijo el estratega cuando se fue de Barcelona SC.
Partiendo de aquello y dentro de lo que se puede permitir Barcelona SC, la directiva encabezada por Antonio Alvarez vio en el español Ismael Rescalvo una de las mejores opciones en el mercado y por ello llegó a un club cuya afición presiona. Por ratos, incluso, asfixia ávida siempre de buenos resultados.
Se decía al principio de año que los toreros armaron un equipazo, pero llega octubre y hace falta un central, un cinco, un ocho, un lateral izquierdo y un extremo. ¿Y el equipazo?
La “refundación” de la que tanto se habló en algún momento no parece estar tan alejada de ser una de las múltiples necesidades que tiene Barcelona SC, que hoy en el año de su centenario, después de haber resignado la opción de alzar al menos un trofeo, se aferra a un vicecampeonato del torneo local que le permita quedarse con un cupo directo a la Copa Libertadores del 2026.
Solo quedó en deseo
Rescalvo, cuando fue presentado, aseguró que iba a buscar superar cuanto antes a Independiente del Valle, que se alejaba por un punto en el liderato.
Esa distancia es ahora de 13 y el panorama ya no es tan alentador. Tanto así que el mismo entrenador dijo, tras perder ante los rayados, que si no alcanza para el primer lugar, buscarán luchar por el cupo directo a la Copa Libertadores.
Si no lo consigue, en el mejor de los escenarios tendría que luchar por la tercera plaza (repechaje), de lo contrario deberá conformarse con el boleto a la Sudamericana del año venidero si se ubica del cuarto al sexto puesto en el hexagonal que ya lo empezó mal: humillado en su propio estadio y con una sanción de jugar sin público, a cuestas, en el duelo de la fecha 3 que será local ante Libertad FC.
Estos son los objetivos alternos a los que ha tenido que aferrarse Barcelona SC en los últimos cinco años, tiempo que ha estado sin levantar un solo título. Y son apenas tres en los últimos quince años: 2012, 2016 y 2020; y cinco en los últimos 30 años si se incluyen los campeonatos de 1995 y 1997. (D)