La historia de frustraciones de Barcelona en el estadio de Quito estuvo a punto de cambiar cuando al minuto 82, con el marcador 1-1, y el árbitro Franklin Congo sentenció un penal por falta de Lucas Villarruel sobre Jonathan Álvez. Euforia total en los canarios. La ‘maldición’ que comenzó un 5 de octubre de 1997 parecía próxima a terminar.

Pero pronto la emoción se hizo tragedia para el plantel de Barcelona. Y antes del cobro hubo un murmullo entre los aficionados toreros porque tomó la pelota Christian Alemán. Ya no estaba Fidel Martínez, pero estaban Damián Díaz y Jonathan Álvez. El disparo de Alemán fue anunciado y Adrián Gabarini intuyó y detuvo el balón. En las gradas los hinchas albos hicieron retumbar el estadio con los cánticos de ovación para Gabbarini.

Antes, un penal inexistente, convertido por Cristian Martínez Borja, y luego un gol de Franklin Guerra, en el último minuto, fueron decisivos para que Liga de Quito haga respetar anoche su casa y prolongara el invicto ante Barcelona, al que ganó 2-1.

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Del penal polémico decretado por el árbitro Franklin Congo el entrenador de Barcelona dijo que “fue una vergüenza. Me robaron aquí, como me robaron el año pasado la final de la Copa Ecuador (con Delfín), sino habríamos ganado dos títulos. Y salvo dos o tres periodistas, el resto reconoció que nos robaron”.

Después de la falla de Alemán la desazón total para Barcelona llegó en el primer minuto de adición cuando el defensa Guerra, con un certero cabezazo venció a Víctor Mendoza y sentenció el 2-1.

Pese al desgaste físico de los futbolistas, por su trajín en la Copa Libertadores, los dos equipos no se guardaron nada para afrontar este duelo histórico. La escuadra torera asumió el protagonismo apenas se inició el duelo, pero solo fue un espejismo ya que luego los azucenas tomaron el control a los 3 minutos y de ahí en adelante, en el primer tiempo, fue un monólogo de dominio local.

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Después del descanso Barcelo salió con los ánimos renovados y dominaron. A los 60 minutos, Fidel Martínez empató luego de un pase de Damián Díaz que tomó ‘dormida’ a la zaga local. Por rendimiento y por el penal a favor parecía que el triunfo sería amarillo, pero el error de Alemán liquidó. (D)