Carlos Alfaro Moreno se convirtió ayer en el dirigente de mayor peso de Barcelona en renunciar al directorio que preside José Francisco Cevallos. Con el ahora exvicepresidente deportivo canario, que siguió el camino de dimisión que tomó la semana pasada Aquiles Álvarez –extitular de la Comisión de Fútbol–, son once los funcionarios amarillos que se han ido.

Y aunque Cevallos fue duro en octubre pasado al referirse a varios de los renunciantes cuando aseguró que “estar en Barcelona, en las circunstancias (económicas) en que nos dejaron la institución, es para valientes; el que no tenga valentía para enfrentar eso tiene las puertas abiertas”, evitó criticar a Alfaro Moreno (54 años). Pero este aclaró que no se fue por la crisis financiera de la institución. Dijo adiós porque ya no le gustó “el entorno” del club.

Y aunque no lo dijo directamente y eludió explicando que había una palabra que no iba a utilizar, dio pistas suficientes para establecer que las actividades políticas de Cevallos fueron las que lo alejaron de Barcelona. El titular amarillo compartió por 15 meses ese cargo con el de gobernador del Guayas. Luego, el pasado 6 de noviembre, Cevallos confesó que su club, para él, ya como precandidato a la Prefectura del Guayas, “es una marca política”. Incluso planeó adelantar las elecciones de Barcelona si ganaba la Prefectura, luego declinó de postularse.

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En una rueda de prensa en el Monumental, Alfaro Moreno reveló ayer que su idea era dejar al club al inicio de este año, pero que luego resolvió esperar a que se terminara la temporada 2018 en la que Barcelona fue tercero y clasificó a la repesca de la Copa Libertadores.

La palabra innombrable

¿Qué cosa no le gustó para tomar la decisión de irse?, le consultó EL UNIVERSO al dirigente. Respondió: “Hay una palabra o actividad que no quiero nombrar. Usted que es de ese Diario lo sabe muy bien. Acá se dio un entorno (político) más allá de lo deportivo y no soy parte de ese medio. Lo mío es netamente deportivo. Fui invitado a un proyecto deportivo”.

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Agregó: “En mi opinión hubo un entorno que afectó al proyecto deportivo y lo conversé con el presidente (Cevallos). Eso me tuvo mal durante todo el año y provocó un quiebre, según mi manera de pensar, por lo que tomé esta decisión (de irse) y ahora la hago oficial”.

“He tomado una decisión correcta y que no ha sido fácil. No tiene nada que ver con los resultados. Si Barcelona era campeón (2018), actuaba de la misma manera. Hay que ser fuertes para afrontar este tipo de situaciones, ya he superado el momento difícil”, argumentó Alfaro Moreno.

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En cuanto a las divisiones formativas, que estaban a cargo del exdirectivo, explicó que se firmó un convenio en el que, después del segundo año de administración (es decir, este 2018), todo le pertenece a Barcelona. “Vamos a hacer un informe de lo que se ha hecho en este ciclo, de lo que se está entregando. El club tiene 54 escuelas de formación en el país y una en Nueva York. La idea es llegar a 100 sucursales, algo que Barcelona no tenía”, dijo.

Aseguró que “al club todo esto (las academias que antes tenían su nombre) le genera $ 375.000 al año (dinero que sirve) para intentar cubrir en gran parte el presupuesto de las divisiones formativas. Me voy orgulloso del trabajo que se ha hecho”, concluyó el exdelantero Alfaro Moreno. (D)

Lo que piensa cada uno

“Hay una palabra o actividad que no quiero nombrar. Acá se dio un entorno más allá de lo deportivo y no soy parte de ese medio”. Carlos Alfaro Moreno (19/12/2018)

“Estoy totalmente consciente de que Barcelona Sporting Club es una marca política dentro del país. Lo asumo con valentía”. José Francisco Cevallos (6/11/ 2018)