A inicios de los años 60 los dirigentes del tenis ecuatoriano estaban vivamente interesados en organizar un campeonato sudamericano de ese deporte en nuestro país. La propuesta para hacerlo reposó por algún tiempo en la Confederación Sudamericana de esa disciplina, hasta que tomaron la decisión de otorgarle a la Asociación Ecuatoriana de Tenis (AET) la sede para que se lleve a cabo el certamen en octubre de 1962.

El directorio de la AET, presidido en ese año por Blas Uscocovich, resolvió designar a nuestra ciudad y al Guayaquil Tenis Club como el anfitrión. El equipo ecuatoriano venía practicando fuertemente bajo las órdenes de Ricardo Lucero Cabezas, que era un entrenador profesional que prestaba sus servicios para el Tennis Club.

Había nacido en Chillano (Chile), el 3 de julio de 1930, fue campeón juvenil de sus país y luego como profesional desde 1959. También logró el subcampeonato de su país, y trabajaba en Guayaquil desde el 1 de agosto de 1962. Como jugadores nacionales para la Copa Mitre fueron escogidos los siguientes: Miguel Olvera, Eduardo Zuleta y Wladimir Lerqué.

Publicidad

El sábado 6 de octubre de 1962 se abrió para Ecuador la anhelada disputa de la Copa Mitre, la más importante competencia de tenis entre selecciones nacionales en Sudamérica. En el máximo torneo sudamericano Ecuador debió superar equipos muy complejos como Chile, integrado por Patricio Apey, Patricio Rodríguez y Patricio Cornejo; y en la siguiente ronda al fuerte plantel argentino, conformado por figuras rutilantes como Eduardo Soriano y Óscar Escribano.

A Chile se la gana 3-2 y a Argentina por un 3-0 contundente. Esos resultados trastornaron a la comunidad deportiva, que ya sabía que Brasil, después de ganar merecidamente tanto a Colombia como a Venezuela, era el rival para esa lucha por la gloria, destinada para comenzar el viernes 12 de octubre.

La final Brasil-Ecuador. Primer partido. Thomas Koch vs. Eduardo Zuleta. Gran atracción había provocado en esa semana, la presencia del joven tenista brasileño en las instalaciones del Guayaquil Tenis Club. De gran estampa, muy alto y de brazos largos, Koch había impuesto su tenis, caracterizado por un gran servicio, potencia en sus golpes de fondo, sobre todo de su forehand. El primer set lo ganó Koch 6-2. Zuleta se recuperó y ganó el siguiente set 7-5, luego el tercero fue para el brasileño 6-4. Todo lo sucedido descontroló a Zuleta y el astro auriverde no desperdició la oportunidad para así ganar el set 6-0 y el primer punto para su país.

Publicidad

Segundo Partido. Carlos Fernández vs. Miguel Olvera. El ecuatoriano, tal vez contagiado por el malestar reinante y preso del nerviosismo, estuvo muy errático, sobre todo en el golpe de revés. Perdió el primer set 2-6. Olvera remodela su estrategia y comienza a ingresar más a la net, ante un Fernández que insistía en jugar desde el fondo. Así fue como el nacional ganó el segundo set contundentemente 6-1, ante el aplauso de los 2.600 aficionados que colmaron el estadio.

El tercer set fue simplemente espectacular. La prensa deportiva lo calificó como el mejor set del campeonato. Se lo llevó Olvera 9-7; el cuarto set por falta de luz se jugó el sábado a partir de las 11:00. Olvera se impuso por 6-3 y en el definitivo 6-2.

Publicidad

Tercer partido. Dobles: Fernández-Koch vs. Olvera-Zuleta. El público presente se quedó absorto cuando en menos de 35 minutos los brasileños ya estaban adelante 6-1 y 6-2. Una levantada de impacto permitió que los compadres Zuleta y Olvera ganaran 6-4 el tercer set, ante la desesperación de los rivales que comenzaron a preocuparse por el nivel ofrecido sobre todo por Olvera.

En ese mismo set un Fernández irritado insultó a varios aficionados de la general. El juego se paralizó por unos 3 o 4 minutos. El descanso, antes de continuar la cuarta manga, duró casi 20 minutos. Eran las 16:25 cuando se reanudó la acción. Los jugadores de Brasil no entendieron nunca cómo perdieron ese partido que significó el punto clave en la disputa por el título.

Fernández vs. Zuleta. Fernández demostrando su experiencia en esas lides, le ganó el partido al Chivo en cuatro sets: 1-6, 6-2, 7-5, 6-4. Quinto Partido. Definitorio del campeonato. Koch vs. Miguel Olvera. Comenzó el duelo sirviendo Koch, quien lo hizo muy bien y ganó su primer game. Es en ese set donde Olvera demuestra su genialidad desde el fondo y en la net. Estuvo magistral, ganó los seis games consecutivos para obtener su primer set 6-1 ante un público eufórico y emocionado que no se cansaba de repetir “¡Ecuador, Ecuador!”.

El segundo set fue merecidamente ganado por Koch 6-2. Olvera obtuvo el tercero por 7-5. Una bomba lacrimógena lanzada por la Policía Nacional, tratando de desalojar a cientos de intrusos en un edificio aledaño, fue como una ‘bendición’ para Miguel Olvera, quien pudo recuperarse del gran esfuerzo.

Publicidad

Además de lo emocionante del encuentro, en ese tercer set Olvera demostró la honradez y caballerosidad que siempre lo enaltecieron y fue en el octavo game, cuando servía Koch y estando deuce (40-40), sirvió para ace, pero el juez de línea cantó fuera. El brasileño no protestó y sacó inmediatamente el segundo servicio. Pero Olvera, que había observado que el envío de su rival había sido bueno, tomó con la mano el nuevo disparo de Koch en una demostración de Fair Play, gesto que fue aplaudido por los presentes.

Correspondió ir al descanso cuando Olvera estaba dos sets a uno en ventaja. Al regreso a la cancha Olvera, que vestía un suéter de color verde, lucía muy bien física y anímicamente. Sabía que era el set del campeonato. En el descanso Carlos Ycaza, que era el capitán, insistía en mantener en el fondo a Koch y contraatacarlo en la net cuando se tenía el servicio.

Olvera inició ese set muy tranquilo y rápidamente se puso 4-0 y al brasileño le costó recuperarse. El tenista ecuatoriano sabía que jugaba con menos presión y con su servicio y así fue como se puso 5-2, luego Koch ganó su game 5-3 y cuando Olvera servía para campeonato, el brasileño rompió inesperadamente para poner gran suspenso al partido. Pero como Olvera estaba para grandes cosas quebró inmediatamente el servicio para ganar el game, el set, el partido y la Copa Mitre para nuestro país por primera vez en la historia.

El público explotó de alegría y la emoción se desparramó por Guayaquil. Olvera y Zuleta fueron paseados en hombros por las más importantes avenidas de la ciudad, la gente salía a las calles para aplaudir a los campeones sudamericanos. Por la avenida 9 de Octubre recorrieron el centro y luego fueron ovacionados por el público que asistió a ver la jornada de fútbol que se disputaba en el estadio Modelo entre Everest 1, 9 de Octubre 0, y Barcelona 4, Liga (Q) 0.

Mientras tanto, el arquitecto del triunfo, el Gordo Ycaza Coronel, capitán y director técnico del equipo, en el silencio de su eterno club, celebraba con una cerveza bien helada esa hazaña tenística donde él fue parte importante. Es lejano ya ese verano de 1962, hace 56 años, en ese inolvidable domingo 14 de octubre, el grito de nuestro Ecuador tenístico se transportó al infinito para quedarse en el lugar que reposan para siempre las grandes hazañas.

“Ra-ra-ra, el pueblo así cantó; ra-ra-ra, el tenis campeonó. Ra-ra-ra, Olvera triunfador; ra-ra-ra, Zuleta acompañó”, era parte de la primera estrofa de la canción escrita por Manuel Chicken Palacios, escuchada en las radios guayaquileñas, celebrando esa fecha inolvidable. (O)

Hace ya 56 años, en ese inolvidable domingo 14 de octubre, el grito de nuestro Ecuador tenístico se transportó al infinito para quedarse en el lugar que reposan para siempre las grandes hazañas.