Con una ventaja de tres goles que no consiguió en el campo de juego sino por un fallo de Conmebol, Independiente se dio hasta el lujo de dilapidar un penal en el 0-0 ante Santos de Brasil el martes, que selló su pase a los cuartos de final de la Copa Libertadores.
El encuentro fue suspendido por hechos de violencia entre hinchas locales y la policía a diez minutos del final en el estadio Pacaembú de Sao Paulo, en medio de un clima de alta tensión por el anuncio apenas nueve horas antes de que al Santos se le daba por perdido 3-0 el partido de ida jugado en Buenos Aires hace dos semanas por la inclusión indebida del volante uruguayo Carlos Sánchez.
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El primer partido también había finalizado sin goles, pero la Conmebol constató a partir de un reclamo de Independiente que Sánchez debía una fecha de suspensión desde noviembre de 2015 cuando jugaba para River Plate.
No obstante, el uruguayo pudo jugar la vuelta, habilitado por la Conmebol, que a pocas horas del partido sacó otro comunicado para avisar que le daba por cumplida la sanción.
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Con sus hinchas confiados en dar vuelta la historia, Santos buscó llevarse por delante al Rey de Copas, que merced a su arquero y capitán Martín Campaña superó el desafío.
A los ocho minutos, el guardameta uruguayo salvó a su valla en un duelo cara a cara con Gabriel Barbosa. “Gabigol” chocó contra el mismo obstáculo a los 37 ante otro disparo a puerta.
Pasado el sofocón, Independiente aprovechó un contragolpe que derivó en la sanción de un penal del arquero local Vanderlei sobre Pablo Hernández antes del descanso. El guardameta contuvo el remate de Maximiliano Meza.
Independiente jugará la próxima fase antes el ganador del duelo el miércoles entre su clásico rival Racing Club y River Plate.
El ecuatoriano Fernando Gaibor observó el compromiso desde el banco de suplentes, Ariel Holan no utilizó al volante ofensivo en este partido. (D)