A Omar Quintana Baquerizo quizás se lo reconozca más por su papel como presidente de la Comisión de Fútbol de Emelec, cuando obtuvo los títulos nacionales de 1979, 2001 y 2002. O como directivo del Nueve de Octubre, que en 1983 y 1984 clasificó a la Copa Libertadores. Pero también fue un exitoso dirigente que ganó campeonatos de básquet, béisbol y boxeo con los azules y los octubrinos. Organizador de la única pelea por un título mundial de pugilismo cumplida en Guayaquil (1977), el antiguo basquetbolista y ahora director de la academia Diana Quintana no está de acuerdo con lo que dijo Jorge Delgado, presidente de la Federación Ecuatoriana de Natación (FENA). Delgado, al evaluar la actualidad de este deporte, declaró que él “rema contracorriente” y que no tiene “ni recursos ni personal” suficiente. Según el dirigente de 74 años, no es hora de “ponerse a llorar”. En diálogo con este Diario, Quintana pide no dejar agonizar a la otrora poderosa natación porteña.

¿Qué opina sobre las declaraciones de Delgado de su tarea en la FENA?

Respeto su opinión, pero no la comparto. Siempre hay que golpear las puertas cuando no se tienen recursos en el deporte. Hay que agotar todos los esfuerzos para pedir colaboración. Él debería tener un estrecho vínculo con todos los organismos que tienen sus piscinas cerradas. (También) con Fedeguayas, con la Base Naval, y tratar de resolver el problema. Hay cómo mejorar, pero hay que dedicarle tiempo a conversar con la gente y generar iniciativas en busca de recursos. Si yo me pusiera a llorar en la academia (Diana Quintana) por lo que pasa, también estaría cerrada. En cambio, hemos pedido apoyo.

Publicidad

Según Delgado, “las figuras surgen cada 40 años” en la natación ecuatoriana.

Con piscinas cerradas y sin agua, ¿de dónde van a salir campeones? No hay un trabajo mancomunado y el Estado no colabora de manera decidida con el deporte. No obliga a los colegios a que se practiquen tres o cuatro deportes con campeonatos. Ya ni existen los intercolegiales.

¿Por eso ya no surgen estrellas en la natación porteña?

Publicidad

¡Las piscinas están cerradas! Es como que yo pregunte por qué la gente no lee periódicos si se diera el caso de que todos los diarios decidieran cerrar. Cuando yo estaba en Emelec, y éramos campeones, no teníamos piscina, pero hice un convenio con la del Centro Cívico. La cuestión está en la buena disposición de los dirigentes. Hasta la ley permite hoy a las compañías que lo que aporten al deporte lo declaren en el impuesto a la renta.

¿Quién es responsable de esta situación?

Publicidad

La culpa es del Estado, en primer lugar, por no fomentar el deporte y permitir que se abran colegios que deberían ser hasta 40% de áreas verdes y deportivas, y que ahí se practiquen deportes. Los colegios, hoy en día, son negocios. Ya no salen atletas de los colegios, a diferencia de lo que sucede en EE.UU.

¿Existen otras causas?

Hay malos dirigentes. En el propio Emelec, donde se ponen bravos y a veces me ven como enemigo, dejamos con quince deportes al club (en su etapa como directivo azul). Básquet, ya no hay; natación, ya no hay; ciclismo, ya no hay. Los dirigentes han decidido que el fútbol es la única prioridad. Y también ahí trabajan mal, porque no se miran las divisiones inferiores. Es frustrante. Un chico de 15 años que quiere practicar otros deportes, ¿a dónde va? Estamos intoxicados por el fútbol. Este tóxico es mortal.

¿Los padres de familia tienen responsabilidad en lo que pasa en la natación, como lo sugirió Delgado?

Publicidad

Lamentablemente, y con la cooperación de los padres de familia, cuando ya (los jóvenes nadadores) cumplen los 17 o 18 años y pueden ser estrellas sudamericanas, y quién sabe qué más, se prefiere que los hijos sean ingenieros o arquitectos y se pierden nadadores maravillosos. No aprovechan que existen becas, por ejemplo, que pueden recibir en EE.UU.

¿Quizás sea momento de un cambio de aires dirigenciales en la FENA?

Elegir un presidente también incluye cuestiones políticas. A mí me preguntaron si me interesaba ser presidente de la FENA, pero uno debe estar donde conoce profundamente cómo son las cosas. Yo no he estado involucrado en la natación a fondo, si bien hoy dirijo un club.

¿Qué solución plantea?

Es necesario realizar una reestructuración total (desde el Estado). Ojalá que un día no muy lejano tengamos un buen ministro del Deporte con una estrecha relación con el presidente de la República.

¿Agoniza la natación guayaquileña, como sucedió ya con otros deportes que han muerto en la ciudad?

No ha muerto (la natación). Hay aún grandes entrenadores y soñadores. Pero no hay
que dejar que agonice, sino meterla en terapia intensiva con buenos dirigentes y revivirla. Si no sucede, indudablemente habrá un réquiem. Supongamos que me toca partir y mi familia no decide seguir con la academia porque no es rentable. Además, hay que tener tiempo y pasión...

¿Cómo aporta usted desde el club Diana Quintana?

Hemos hecho una inversión muy grande, de millones de dólares, en esa academia, para actualmente fomentar el deporte. Tenemos siempre los campeonatos Diana Quintana, además. Llegan más de 400 nadadores de todo el Ecuador a las instalaciones con la tecnología más moderna. En septiembre tendremos la 38ª Copa del Pacífico y la 14ª Copa Julio Maglione. ¿Cómo se puede decir que no hay apoyo? Gracias a nuestra academia, Guayas está tratando de recuperar el sitial que siempre tuvo en natación y todos los deportes. (D)

No comparto su opinión (la de Jorge Delgado). Hay que tocar puertas cuando no hay recursos para el deporte. Hay que agotar esfuerzos. Omar Quintana, dirigente de natación