El pasado 22 de mayo, la Comisión de Disciplina de la Federación Ecuatoriana de Fútbol sancionó con expulsión del torneo al equipo Sub 18 de la Universidad Católica, luego de los incidentes que se produjeran después del partido que el equipo universitario sostuviera ante Sociedad Deportiva Aucas, en el estadio Gonzalo Pozo Ripalda.

Luego de la sanción, en la que se suspendió entre dos partidos y cinco años, a 13 jugadores y al técnico del cuadro santo, la dirigencia del equipo católico apeló ante el Tribunal de Apelaciones de la Ecuafútbol y luego de los descargos del caso, el pasado 4 de julio se le levantó la sanción.

Ante esta resolución, el presidente del equipo camarata, Miguel Almeida, envió una carta al Comité Ejecutivo donde solicitó que se reprogramen los partidos que no jugaron mientras estuvieron sancionados y se retire los puntos a los equipos que se les adjudicó sin haberlos disputado en la cancha.

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El presidente de la FEF, Carlos Villacís, pidió al asesor jurídico de la entidad, Guillermo Saltos Guale, para que elabore un informe y el profesional del derecho solicitó que se notifique a los abogados de los clubes involucrados para que emitan un criterio jurídico.

Este pedido no fue aceptado por la Universidad Católica, ni por la Asociación de Fútbol No Amateur de Pichincha (AFNA), pero su observación no pasó e igual se pedirá a los jurídicos que emitan su criterio.

Ante este pedido de la Universidad Católica para que se reprogramen los partidos que no jugaron, Luis Muentes, presidente de los árbitros del Ecuador, indicó que existe un informe del coronel Jaime Jara, presidente de la Comisión de Investigación de la FEF, donde se narran los hechos que ocurrieron y el nombre de los involucrados, por lo que solicitó que se tome en cuenta ese documento para que no se reprograme los partidos del equipo universitario.

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Al final de la sesión del Comité Ejecutivo, el directivo del gremio arbitral se ratificó en que no pitarán ningún partido donde se programe a la categoría sub 18 de la Universidad Católica.

Ante esta decisión, la Ecuafútbol tiene que buscarle una salida a la decisión del Tribunal de Apelaciones, al pedido de la Universidad Católica y a la postura del gremio arbitral. (D)