De los seis favoritos razonables (porque Polonia es un extraño cabeza de serie que obviamente no lo es, a Uruguay e Inglaterra no creo les alcance, y algunos sobredimensionan a Colombia), uno perdió (Alemania), tres empataron (Brasil, España y Argentina), dos ganaron (Francia por la suerte del destino y Bélgica con menos contundencia que lo expresado por el 3-0).

Malas impresiones, pero no es tan inusual. Incluso hay un gran campeón como Alemania 1974 (probablemente no el mejor, pero si el más equilibrado campeón del mundo) que perdió frente a sus parientes de la RDA; igual Argentina frente a sus primos italianos, y hay múltiples empates en primera ronda, siendo obviamente casi increíble el caso de Italia 1982, que empató los tres cotejos de la primera ronda, pasó por goles marcados, y luego Paolo Rossi despertó al equipo para barrer a grandes como Brasil y Alemania. Y no solo es cuestión que los grandes reaccionen en sus próximos partidos, sino que los otros logren mantener el ritmo. Por ejemplo ¿puede México repetir su hazaña con Suecia y Corea, conservando el corazón frío? ¿Y para Islandia, es posible ganar a Croacia o Nigeria cuando les toque asumir la iniciativa?

En todo caso esto lleva a imaginarios interesantes. Inicialmente se pensaba que Brasil, Francia y Bélgica irían por el lado izquierdo del cuadro, y Alemania, España y Argentina por la derecha (izquierdos solo se pueden encontrar con derechos en la final). Pero si Argentina termina segundo en su grupo, los papeles se cruzan, y habría un Francia-Argentina en octavos. Peor, ¡un eventual Brasil-Alemania en esos mismos octavos! Y en el lado derecho quedaría solo España… En ese caso a Brasil le convendría terminar segundo para irse a la derecha… Bueno, es un gran enredo de derechas e izquierdas… igual que en política... (O)