La FIFA reiteró que los árbitros tendrán el poder de terminar los partidos en la Copa del Mundo en casos de persistentes actos de discriminación en las tribunas.

Rusia se ha comprometido a tomar medidas enérgicas contra el racismo, en medio de un creciente escrutinio al país por el torneo que albergará desde el 14 de junio al 15 de julio en 11 ciudades, incluidas Moscú, San Petersburgo y Sochi.

Pero aún existe preocupación por la situación, lo que quedó de manifiesto en unas declaraciones del miércoles por el defensor de Inglaterra, Danny Rose, quien le dijo a su familia que no asista al Mundial porque teme que sea objeto de abusos raciales.

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La secretaria general de la FIFA, Fatma Samoura, dijo que el ente rector del fútbol se toma muy en serio la discriminación.

"Además de las medidas educativas, contamos con sistemas para reaccionar y sancionar actos discriminatorios y con medidas para garantizar un ambiente libre de discriminación en la Copa del Mundo", dijo Samoura en un comunicado.

La FIFA dijo que, por primera vez en los 88 años de historia del torneo, habrá un sistema de monitorización antidiscriminación en cada partido, ya que un equipo de tres observadores de la red FARE observará el comportamiento de los hinchas.

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"Estos observadores entienden el lenguaje y están capacitados en las especificidades regionales de las respectivas culturas de los hinchas", dijo el comunicado.

La FIFA dijo que los árbitros también podrían intervenir bajo el llamado procedimiento de tres pasos. Los jueces tendrán la autoridad de detener un partido por primera vez y solicitar publicamente que cese el comportamiento discriminatorio. Luego pueden suspender el partido si esto continúa y finalmente darlo por terminado. (D)