Tiger Woods no podría haber sumado más puntos ante sus dos hijos que cuando los llevó hace poco a ver un partido amistoso del Barcelona en Miami y consiguió que Lionel Messi y Luis Suárez los recibieran en el vestuario.
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Nadie sabe qué se puede esperar de Woods, que no compite desde principios de febrero. Los malos resultados y las lesiones de los últimos años, no obstante, no empañan su leyenda.
Tiger Woods no podría haber sumado más puntos ante sus dos hijos que cuando los llevó hace poco a ver un partido amistoso del Barcelona en Miami y consiguió que Lionel Messi y Luis Suárez los recibieran en el vestuario.
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Mientras uno de los enrevistados era Philippe Coutinho, se comenzaron a escuchar detonaciones.
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