Dos estadios del Mundial de Brasil 2014, los de las ciudades de Natal y Salvador, fueron puestos a la venta ayer por la constructora OAS, que atraviesa graves problemas financieros por el escándalo de corrupción que tiene en su eje a la petrolera estatal Petrobras.

OAS solicitó acogerse a la ley de protección de quiebras y anunció la venta de varias empresas y activos, entre los que se encuentran el 50% del estadio Fonte Nova, de Salvador, y la totalidad del Arena das Dunas de la ciudad de Natal.

El estadio Fonte Nova, reconstruido desde los cimientos y que costó $ 185 millones, no tendrá clientes fijos desde el próximo mayo, ya que el Bahía, club de la segunda división, anunció el lunes que no jugará más en ese recinto. Regresará al estadio Pituau. En el Arena das Dunas, cuya construcción supuso una inversión de $ 125 millones, juega regularmente como local el América de Natal, de la tercera división.

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La crisis de la empresa dueña de ambos estadios se enmarca en las investigaciones por el caso de corrupción en Petrobras, en el que, según la Policía, participaron 23 constructoras, que son sospechosas de repartirse contratos con la petrolera e inflar los precios para después dar sobornos millonarios.

La venta de los estadios de Salvador y Natal se suma a la crisis de otros del Mundial de Brasil, que han tenido que buscar alternativas para financiarse debido a que no tienen un calendario regular de partidos. Entre ellos, el estadio de Brasilia, el más caro del Mundial, que acoge las oficinas de tres secretarías del gobierno regional, usa su estacionamiento para aparcar autobuses públicos y alberga bodas colectivas. (D)