Aunque Angelita Espinoza no vio a su nieta Fátima recibir el óscar durante la transmisión de la ceremonia, el pasado domingo, está orgullosa de saber que triunfa en la tierra de los emigrantes ecuatorianos. Ella protagoniza la cinta Curfew, ganadora en la categoría de mejor cortometraje de ficción.

María de Fátima Ptacek Espinoza, de 12 años, encarna al personaje de Sophia en el cortometraje de ficción del director Shawn Christensen, quien también actúa en el filme y eligió a Fátima para que interpretara el papel de su sobrina, junto con seis actores.

“Mi gusto era verla”, dice Angelita, la ‘mamiabueli’, quien en Ecuador, junto con sus parientes, siguió la transmisión de los premios Óscar hasta las 22:30. Y a las 03:00 del lunes recibió la llamada de su querida nieta para decirle: “Mamita, mamita, gané”. “Lo hizo igual que como cuando le mandó cuy, humitas y melcocha con tocte; es la primera en llamar a agradecerme por el envío”, agrega.

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Fátima desea conocer el tocte en su estado natural, pues nunca ha venido al país debido a sus múltiples contratos. Comparte su tiempo de estudios y juegos con el modelaje, en el que incursionó desde los 5 años y, por añadidura, gracias a su carisma llegaron propuestas para ser modelo en revistas e incluso es la voz de Dora la Exploradora.

Fátima ama el Ecuador, asegura la abuela. “Incluso cuando juega la Selección, su grito de apoyo es: “Mamita, arriba Ecuador, ¡carajo!”. Dice que esa espontaneidad la demostró cuando la entrevistaron en un canal anglosajón y le preguntaron la pronunciación de su apellido paterno. “Es como si dijeran patachueca”, dijo al canal.

“Parece que mi deseo de verla personalmente está más lejano. Me imagino que los compromisos aumentarán de ahora en adelante, porque ella es responsable con su trabajo de niña, al que se dedica ciento por ciento, y el tiempo libre, a la lectura, y cuando tenía a sus primas jugaba con ellas”, dice Angelita.

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Aylin Castillo, prima de Fátima que ahora vive en Azogues, capital de Cañar, asevera que es divertido jugar con ella. “Es muy alegre, se lleva con todos y ahorra con la idea de seguir Derecho en la Universidad de Harvard”, relata.

Patricia Luna, su tía materna, quien cuidaba a su sobrina en Estados Unidos, fue el nexo para seguir las incidencias de los premios Óscar en Azogues, pues todo se lo enviaba su hermana Lucía: desde que la niña se embarcó en una limosina hasta la alfombra roja”.

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La tía comenta que desde niña, tal vez le venga de su padre, Fátima dice que quiere ser abogada para luchar, pelear por su cliente y llegar a ser la primera mujer presidenta de Estados Unidos.

Juan Guillermo, otro de los tíos, quien acompañaba a su madre a recibir las visitas de los medios de comunicación que se enteraron de la noticia y llegaron al barrio Chiquinquirá en el sector La Playa, indica que el nombre de Fátima se lo pusieron porque su hermana es devota de la Virgen.

“A lo mejor se acordó de la Virgencita en su duro camino para llegar a Estados Unidos”, dice Angelita, quien comparte con orgullo el sueño de su hija de progresar y que lo ve cristalizado en su hija Fátima.

“Tengo una alegría inmensa y deseo que nos unamos todos y darnos un abrazo de felicitación porque se trata de una niñita con sangre ecuatoriana”, anota Angelita.

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Datos
Lucía Espinoza (37 años), mamá de Fátima, trabajaba en Ecuador, pero sus ingresos no eran suficientes. Abandonó sus estudios de Comunicación Social y viajó a Estados Unidos ilegalmente en 1996. Llegó luego de un mes. En su primer intento fue deportada a México.

En Estados Unidos trabajó en restaurantes y en una agencia de envíos, y esa coyuntura la hizo conocer a su hoy esposo, Jack Ptacek (47), estadounidense de origen europeo, un oficial del servicio secreto. Ahora tiene una empresa de seguridad.