La reina Beatriz de Holanda anunció este lunes su abdicación en favor de su hijo, el príncipe Guillermo Alejandro, quien se convertirá en rey el 30 de abril.
Beatriz dijo en un mensaje a la nación transmitido por radio y televisión que dejaba el cargo porque sentía que su hijo, Guillermo Alejandro, de 45 años, está preparado para asumir el papel de rey.
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La decisión de la monarca, que el jueves cumplirá 75 años, llevará a que la argentina Máxima Zorreguieta, esposa de Guillermo Alejandro, se convierta en reina de Holanda. El matrimonio tiene tres hijas pequeñas.
Décadas de preparación para el trono terminaron con la imagen de Guillermo Alejandro de estudiante de una fraternidad aficionado a la cerveza cuyos comentarios enfadaban a la prensa y los políticos.
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Como monarquía constitucional, Holanda ha reducido la implicación de la Casa Real en la política, vista más como una formalidad que como una posición de poder.
En el pasado, la Reina tomó parte en la formación de coaliciones de gobierno nombrando a un mediador político, lo que planteó dudas sobre su grado de influencia en el proceso democrático.
Esta función fue retirada antes de las últimas elecciones, celebradas en septiembre de 2012.
Se rumorea que la reina Beatriz no era partidaria del político antiinmigración y euroescéptico Geert Wilders. En sus discursos hizo alusión a la necesidad de tolerancia y multiculturalismo, comentarios se han visto como críticas a las opiniones antimusulmanas de Wilders.
Los pobres resultados de Wilders en los últimos comicios y la pérdida de influencia en la política podrían haber contribuido a su decisión de abdicar.
En 1980, la reina Beatriz se convirtió en la sexta monarca de la Casa de los Orange tras la abdicación de su madre, la reina Juliana, que fue soberana durante 31 años.
La reina Juliana tenía 73 años y problemas de salud mental cuando cedió el cargo a su hija, pero Beatriz sigue en actividad y goza de buena salud a pesar de algunos reveses.
La monarca se vio muy afectada cuando un hombre estrelló su carro contra el desfile del Día de la Reina en el 2009.
Su segundo hijo, el príncipe Johan Friso, se encuentra en coma desde que el año pasado fue sepultado por una avalancha mientras esquiaba.